Las oportunidades del presupuesto federal se traducirán en un aumento de los tipos impositivos
Los canadienses pagarán de su bolsillo la asistencia sanitaria y el cuidado de los niños.
El déficit presupuestario federal de Canadá, al igual que el de muchos otros países, ha evolucionado rápidamente desde que comenzó la pandemia de COVID-19. Tampoco se queda atrás el estado de los presupuestos provinciales. Todo por la necesidad de hacer frente a las emergencias sanitarias y de utilizar el dinero de los contribuyentes para apoyar la economía del país.
Para 2020-2021, el déficit es de 354.000 millones de dólares canadienses. El plan es reducir esa cifra a la mitad para 2022, pero ¿es eso posible teniendo en cuenta los ambiciosos objetivos del plan financiero de Christie Freeland recientemente presentado?
El presupuesto de Ottawa para 2021 incluye una serie de nuevas medidas, desde un sistema nacional de atención a la infancia hasta actualizaciones del obsoleto programa de seguro de empleo y aumentos de las prestaciones de vejez. Van mucho más allá de los aumentos temporales del gasto federal para apoyar al país.
Por ahora, el gobierno canadiense sólo anuncia un aumento de los impuestos sobre los coches de lujo, los yates y los jets privados, y los residentes ordinarios deberían dormir tranquilos. Sin embargo, los economistas no creen que ese aumento vaya a tener un gran papel en el balance del gobierno federal.
La única salida es aumentar el impuesto sobre la venta de bienes y servicios (GST), una medida que no se puede resolver. Desde 2008, el tipo de este impuesto es del 5% y su aumento podría resolver eficazmente el problema del déficit presupuestario.
El artículo completo sólo está disponible para los miembros de la comunidad Immigrant.Today. Entra en tu cuenta para leerlo gratis.
