Comprar y alquilar una vivienda: ¿qué es mejor en Canadá?
Si eliges bien, te ahorrarás más de 700 CAD al mes.
Casi todas las ciudades de Canadá experimentaron un rápido aumento de los precios de la vivienda durante la pandemia, que aún continúa. Aun así, merece la pena reflexionar seriamente antes de renunciar al sueño de tener una vivienda propia, porque los precios de los alquileres también han subido. El principal operador inmobiliario Royal LePage realizó un estudio para saber qué es más rentable en Canadá: comprar una vivienda o alquilarla.
"Es importante que los canadienses sean dueños de su propiedad por muchas razones. No sólo es un motivo de orgullo, sino probablemente la mayor y más significativa inversión financiera para la mayoría de la gente", compartió Karen Jolewski, directora de operaciones de Royal LePage Real Estate Services Ltd.
Will Dunning, economista y analista inmobiliario, ha calculado 278 escenarios de compra y alquiler de diferentes tipos de vivienda en varias ciudades canadienses utilizando datos históricos, proyecciones futuras y considerando la propiedad de la vivienda como una inversión.
Y aunque el coste global de la vivienda propia puede ser mayor que el del alquiler, hay un factor importante que hay que tener en cuenta. Los pagos de la hipoteca incluyen los intereses y el capital, que Royal LePage sugiere que se traten como ahorros forzosos.
En el 91% de los casos, es más barato pagar una vivienda propia que una alquilada. El ahorro es de una media de 769 dólares canadienses al mes. Comprar sería mejor, incluso si los tipos hipotecarios suben (para los cálculos se ha utilizado el tipo más alto desde 2014, el 3,62%). El 9% de los casos en los que el alquiler fue más barato que la compra son viviendas de lujo en barrios caros.
Además, muchos canadienses ven la compra de una vivienda como una inversión. Los analistas de Royal LePage han calculado las posibles variaciones de los precios inmobiliarios en los próximos 10 años y han llegado a la conclusión de que, aunque los precios bajen un 10%, la mitad de las veces la vivienda seguirá siendo rentable. Si los precios se mantienen en el mismo nivel, la propiedad generará unos buenos ingresos, y si suben, el propietario se beneficiará aún más.
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