Los santuarios de animales de Nueva Escocia están repletos de cerdos
Los canadienses tienen problemas con la nueva moda de las mascotas.
Dos santuarios de animales de Nueva Escocia están denunciando un problema: la gente está entregando cerdos panzudos domésticos en masa. Los traen como mascotas, como compañeros, pero no esperan pasar verdaderas penurias.
Emilie Pece, fundadora de uno de estos santuarios de animales, comenta que la culpa la tiene la moda de los minipigs, o cerdos pigmeos. En efecto, algunos cerdos pueden llegar a ser bastante miniaturizados de adultos. Sin embargo, es difícil para el profano determinar un tamaño realista a partir de un lechón.
"Mucha gente espera tener un cerdito pequeño y mono, y no se dan cuenta de que un 'mini pig' es cualquier cerdo de menos de 90 kilos", dice Pece.
300 libras son unos 136 kilogramos. En otras palabras, los canadienses compran lechones esperando una mascota de unos 100 kilos menos, y mucho más barata.
Además del tamaño, los cerdos barrigones son caros de mantener. Comen mucho y pueden ser muy destructivos. Por eso, hasta el 90% de los cerdos barrigones son entregados a protectoras de animales en su primer año de vida.
"Si no se esterilizan, son mucho más difíciles de educar", comenta Jen Lussing, de otro santuario de animales. "Además, los cerdos tienen una jerarquía natural y empiezan a dominar a sus dueños".
Dicho esto, los cerdos pueden ser excelentes mascotas para quienes son conscientes de los posibles retos. Lo ideal es que incluso un cerdo pequeño necesite al menos un espacio abierto donde pueda corretear y darse baños de barro. También es mejor tener una pareja de cerdos que uno solo, porque se aburren mucho cuando están solos.
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