Deterioro crítico de la calidad del aire en Norteamérica
Un estudio realizado por un grupo internacional ha llegado a conclusiones decepcionantes para los residentes en Estados Unidos y Canadá.
Un estudio realizado por un equipo internacional de científicos de la Universidad de Waterloo ha proporcionado predicciones preocupantes sobre la calidad del aire en Estados Unidos. Según el mismo, dentro de 75 años, el número de avisos sobre la calidad del aire se cuadruplicará en comparación con la situación actual. Esto significa que, en 2100, los estadounidenses tendrán que quedarse en casa 142 días más al año para evitar graves riesgos para la salud.
El estudio se publicó en la prestigiosa revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences con el título Implicaciones para la salud y la equidad de la adaptación individual a la contaminación atmosférica en un clima cambiante.
Rebecca Saari, autora principal del estudio, dijo que su equipo, formado por expertos de ambos lados de la frontera, también está analizando la situación en Canadá.
"En general, el aire es un poco más limpio aquí (en Canadá). Tenemos menos días de alerta que en Estados Unidos", afirmó. "Pero vemos el mismo tipo de tendencias generales de empeoramiento de las cosas si no reducimos las emisiones, principalmente en nuestras principales ciudades".
Saari también hizo hincapié en las desigualdades causadas por las diferencias en las condiciones de vivienda. Señaló las dificultades a las que se enfrentan las personas sin hogar, los trabajadores que tienen que pasar largos periodos de tiempo al aire libre y aquellos cuyos hogares no ofrecen una protección adecuada frente a las fuentes internas y externas de contaminación. Esto es especialmente cierto en el caso de los ciudadanos negros y los residentes en residencias de ancianos, que tienen más probabilidades de encontrarse en condiciones menos favorables para contrarrestar los efectos de la mala calidad del aire.
Este estudio pone de relieve no sólo los problemas medioambientales, sino también las injusticias sociales relacionadas con la calidad del aire y su impacto en la salud de los distintos grupos de población. Reclama la necesidad de actuar para reducir las emisiones y mejorar las condiciones de vida de las comunidades vulnerables.