Un residente que esperó más de 20 años para obtener la ciudadanía demanda al ministro de inmigración

Un caso sin precedentes se ha presentado ante un tribunal canadiense.

Mahmoud Sharafaldin es de nacionalidad iraní. En 1995, la División de Determinación de Refugiados de la Junta de Inmigración y Refugiados de Canadá aceptó su solicitud de protección como refugiado. Se convirtió en residente permanente de Canadá en 1996.

A finales de 1999, solicitó la ciudadanía, solicitud que aún está pendiente.

Al parecer, se cumplían todos los requisitos para obtener la ciudadanía. Hubo algunos problemas con los controles de seguridad, pero en 2004 ya se habían investigado y resuelto.

Posteriormente, a la espera de una decisión, Sharafaldin visitó Irán en tres ocasiones entre 2007 y 2009, pasando allí un total de 18 meses. Sus viajes, combinados con una serie de nuevas leyes de inmigración, se convirtieron en un obstáculo para el camino del iraní hacia la ciudadanía canadiense.

Así, el 1 de agosto de 2014 entró en vigor el artículo 13.1 de la Ley de Ciudadanía y, de acuerdo con él, el 24 de octubre de 2014 se suspendió la solicitud de ciudadanía de Sharafaldin por ser en adelante objeto de una investigación de la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA).

Una preocupación especial de la CBSA era que, al regresar y permanecer en Irán, Sharafaldin se había acogido de nuevo a la protección de ese país. La confirmación de este hecho habría supuesto la retirada de su estatus de refugiado en Canadá.

El 15 de diciembre de 2012 entraron en vigor las enmiendas a la Ley de Inmigración: la revocación de la condición de refugiado de Sharafaldin le privaría automáticamente de la residencia y de la posibilidad de permanecer en el país.

El 1 de febrero de 2009, a su regreso a Canadá desde su país de origen, entregó inmediatamente su pasaporte iraní, su ordenador portátil, su teléfono móvil, su tarjeta de embarque y otros documentos a efectos de investigación. La CBSA no hizo ninguna reclamación en ese momento. Sin embargo, más de seis años después, en 2015, el ministro de Seguridad Pública presentó una solicitud ante la División de Protección de los Refugiados con el fin de revocar la condición de refugiado de Sharafaldin en Canadá. El propio Sharafaldin no recibió una copia de la solicitud hasta tres años después.

El 9 de enero de 2019, un hombre iraní demandó. Pidió una decisión definitiva sobre su ciudadanía, que lleva esperando 18 años. Además, exigió el examen inmediato de la solicitud de ciudadanía en caso de que se cumplieran todos los requisitos para obtener el estatus pero hubieran caducado por retrasos en la adjudicación.

El demandante se llevó una desagradable sorpresa: cuando demandó en 2019, no sabía que el caso relativo a su condición de ciudadano estaba en suspenso: nadie le había informado de ello. Esto sólo salió a la luz cuando se recibió una declaración jurada del ministro en respuesta a la solicitud. Sharafaldin había estado en la oscuridad durante cinco años enteros.

Se decidió entonces modificar la solicitud original: las reclamaciones incluían un artículo sobre daños y perjuicios y una petición para imponer restricciones significativas al examen de la solicitud por parte del ministro.

En su intervención ante el tribunal, el abogado del demandante insistió repetidamente en que su cliente se había sometido a todos los controles necesarios y que el retraso en la tramitación de la solicitud desde 2004 era totalmente injustificado.

Finalmente, el 27 de mayo de 2022, el tribunal tomó la siguiente decisión:

• El Ministro está obligado a completar sin demora la solicitud de ciudadanía canadiense de Mahmoud Sharafaldin;

• Las comprobaciones de seguridad, penales y de inmigración deben completarse en un plazo de 60 días a partir de la decisión del tribunal;

• la solicitud dispone de 30 días tras la finalización de las comprobaciones para emitir una decisión sobre la solicitud.

La cuestión de la compensación económica se trató por separado y se sometió a las partes para su discusión. El 30 de junio de 2022, el tribunal acordó finalmente pagar al demandante 65.000 dólares canadienses.

De este modo, el hombre que se trasladó a Canadá en 1995 pudo finalmente obtener justicia. El año 2022 será recordado por la lucha final de Mahmoud Sharafaldin y por la obtención del pasaporte canadiense que llevaba esperando más de 20 años.