La frontera entre EE.UU. y Canadá es cada vez más peligrosa
Cada vez más inmigrantes intentan entrar en Canadá desde EE.UU., pero a menudo resulta un fracaso: la deportación se convierte en una práctica generalizada
Decenas de inmigrantes llegan todos los días a Rocksham Road en autobús desde Nueva York, con la esperanza de conseguir llegar a Canadá.
A pesar de las nuevas y estrictas normas fronterizas entre Canadá y Estados Unidos, los inmigrantes siguen intentando cruzar la frontera en Roxham. La gente se arriesga a que no se les vuelva a conceder asilo en Canadá porque existe el riesgo de deportación de vuelta a Estados Unidos. La razón es el Acuerdo de Tercer País Seguro (STCA, por sus siglas en inglés).
Los expertos en inmigración han condenado las nuevas normas, afirmando que animarán a la gente a pasar a la clandestinidad, correr riesgos y presionar a los servicios fronterizos que deben vigilar y rescatar a los inmigrantes que intentan cruzar los casi 9.000 km de frontera canadiense. En los dos últimos meses, dos hombres murieron intentando cruzar la frontera con Canadá.
Anteriormente, el acuerdo implicaba que Washington y Ottawa sólo podían devolver a los solicitantes de asilo que cruzaran la frontera por los pasos oficiales. La nueva versión amplía el STCA a toda la frontera terrestre entre Estados Unidos y Canadá. También cierra una de las rutas más populares para los emigrantes ilegales, la carretera de Roxham, desde el estado estadounidense de Nueva York hasta Quebec (Canadá).
En la medianoche del sábado, cuando entró en vigor el acuerdo entre Estados Unidos y Canadá, apareció un cartel de advertencia en la frontera: "Alto. No cruce la carretera. Es ilegal entrar en Canadá desde aquí. Será detenido y posiblemente devuelto a Estados Unidos". Los solicitantes de refugio deben buscar protección en el primer país seguro al que lleguen."
"Para hacer frente a la migración irregular, estamos ampliando el Acuerdo de Tercer País Seguro para que se aplique no sólo en los puertos de entrada designados, sino en toda la frontera terrestre, incluidas las vías navegables interiores, garantizando la equidad y una migración más ordenada entre nuestros dos países", informó la oficina del primer ministro canadiense.
A estas alturas no sabemos qué va a ocurrir con quienes ya han cruzado la frontera, pero una cosa está clara: la crisis fronteriza entre Estados Unidos y Canadá aún no se ha resuelto, y miles de personas se están poniendo en peligro con la esperanza de una vida mejor.
