Canadá aprobará una nueva ley antimonopolio
Las autoridades esperan reducir los precios de bienes y servicios aumentando la competencia.
Muchos canadienses están descontentos con la subida de los precios de los alimentos, los medicamentos y los servicios cotidianos. La inflación tiene parte de culpa, pero los residentes sospechan que la economía local carece de competencia leal. Existen monopolios e incluso acuerdos de cártel en diversos ámbitos. Recientemente, el gobierno federal ha escuchado las opiniones de los consumidores canadienses.
Las autoridades del país se proponen revisar las leyes antimonopolio, completarlas y adoptar otras nuevas. Legisladores, abogados y economistas afirman que las leyes antimonopolio de Canadá están por detrás de las de EE.UU., Singapur y otras economías en auge.
Hasta ahora, Competencia Canadá ha propuesto 50 modificaciones de la legislación vigente. No todos los cambios propuestos son radicales, pero ayudarán a proteger los intereses de los consumidores y a crear una competencia leal en las empresas. Por ejemplo, una de las enmiendas obligaría a las empresas a publicar información sobre los cambios de precios y sus motivos. En la actualidad esto se hace voluntariamente, lo que hace que muchos vendedores engañen a los clientes.
Otra recomendación es introducir normas más estrictas sobre las fusiones entre empresas e industrias. Una de las fusiones más sonadas de los últimos tiempos fue la masiva fusión entre Rogers Communications y Shaw Communications, aprobada por el gobierno en marzo. El Servicio Antimonopolio había abogado por prohibirla. Ambas empresas controlaban ya una parte importante del mercado de las comunicaciones en Canadá. Ahora, al fusionarse en una sola organización, podrán imponer sus precios en el mercado de Internet y la telefonía.
En Australia y EE.UU., las leyes sobre fusiones son más estrictas y los organismos antimonopolio pueden vetarlas. En Canadá, las fusiones de industrias y organizaciones apenas están controladas por la ley, lo que deja un gran resquicio a los monopolistas.
El Servicio Antimonopolio de Canadá cree que el país lleva un retraso de 40-50 años con respecto a EE.UU., Australia y Gran Bretaña. Los problemas modernos de Canadá en estos países se vencieron hace medio siglo. Es urgente tomar medidas y actualizar las leyes para seguir el ritmo de las potencias vecinas.
La iniciativa ya ha tenido sus detractores. Algunos abogados, especialmente los que representan a grandes empresas, creen que una legislación demasiado rígida impediría, por el contrario, la competencia leal. Sería igual de injusto que los mejores productores de bienes y servicios no pudieran subir sus precios. Por ejemplo, la ropa de calidad que puede usarse durante varios años no debería costar tanto como la que se rompe en una temporada.
El Servicio Antimonopolio responde que las modificaciones de la legislación no se limitan a la fijación de precios. El aumento de la competencia debe conducir a la innovación, un mejor servicio al cliente y otras soluciones creativas. A los clientes no sólo les atraen los precios bajos, sino también la alta calidad, un ambiente agradable e ideas interesantes. Por ejemplo, una cafetería con moderna repostería coreana se ha hecho muy popular en Vancouver.