Grandes ciudades y pequeños pueblos: ¿dónde es mejor?
Cómo difieren las ciudades en Canadá y cómo elegir dónde vivir.
¿Es mejor vivir en Canadá en una gran ciudad o en un pueblo pequeño? Depende de tus preferencias y objetivos profesionales. Todas las comunidades tienen sus ventajas e inconvenientes. Aquí enumeramos las más comunes. Esperamos que le ayuden a hacer su elección.
¿Qué ha cambiado en Canadá?
Canadá evoluciona muy deprisa. Han bastado un par de años para que la mayoría de las profesiones se puedan ejercer a distancia. La infraestructura local está creciendo, por lo que muchas localidades están conectadas por transporte público rápido: trenes y autobuses. En casi todas partes se pueden hacer pedidos por Internet, y se entregan rápidamente. Así, si vives en St. Andrews, una pequeña localidad de Nuevo Brunswick, tendrás acceso a los mismos productos que los habitantes de Toronto.
La mayoría de las ciudades pequeñas de Canadá tienen gimnasios, escuelas, hospitales, supermercados, salones de belleza, etc. Las opciones son limitadas, pero tendrá un lugar donde hacer ejercicio, cortarse el pelo y comprar comida para mascotas. Su hijo podrá ir a la escuela y asistir a diversos clubes.
¿Merece la pena creerse los estereotipos?
Algunas de las viejas nociones sobre las pequeñas ciudades canadienses ya no son ciertas. Por ejemplo, su comunidad no está tan unida y tampoco se interesa tanto por la vida de sus vecinos. Las redes sociales y las buenas infraestructuras de transporte ayudan a encontrar amigos y personas afines en todo el país.
Además, la sociedad canadiense es muy tolerante. Puede que sus vecinos no compartan sus creencias y estilo de vida, pero no le atacarán por ello ni le insultarán. La principal táctica que utilizan los canadienses cuando se acercan a personas ideológicamente desagradables es estirar una sonrisa y saludar de forma deliberadamente cortés.
También se puede estudiar por Internet, así que el lugar de residencia dice poco de la inteligencia de una persona. En Toronto no viven sólo intelectuales, y en Lethbridge no todos son paletos. Esta última ciudad tiene su propia universidad.
Por cierto, también es posible vivir con un presupuesto ajustado en las áreas metropolitanas. Hace poco publicamos consejos de un escritor no tan rico de Toronto. Los precios en las ciudades más grandes de Canadá son altos, pero no pienses que eres demasiado pobre para vivir allí.
¿Cuándo no mienten los rumores?
Algunos de los rumores sobre el interior de Canadá son ciertos. Sobre todo es cierto en el norte y en la provincia de Nunavut. Allí la fruta y la verdura son realmente caras, los índices de delincuencia son relativamente altos y los hospitales carecen de equipos suficientes. Sólo deberías trasladarte a esos lugares concretos si aceptas vivir en condiciones espartanas y te interesa la artesanía inuit. Sin embargo, no es fácil trasladarse a Nunavut porque la provincia no tiene su propio programa de inmigración. Puede optar por vivir allí después de obtener la residencia permanente o la nacionalidad.
¿Cómo van las cosas en las grandes ciudades?
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Tienen muchas ventajas propias. Las principales son una gran oferta, un crisol de culturas y muchas oportunidades profesionales y educativas. Si estás empezando tu carrera, tiene sentido hacerlo en una gran ciudad. Encontrarás trabajo con facilidad, podrás avanzar rápidamente en tu carrera y dedicarte al campo más interesante. No tienes por qué pensar en Vancouver y Ottawa, pero deberías centrarte en Winnipeg y Calgary. Cuando tengas mucha experiencia en un campo determinado, puedes trabajar a distancia o elegir una ciudad donde se demanden profesionales de este tipo.
Es fácil encontrar amigos y compañía en las áreas metropolitanas. Hay lugares para gente de distintas creencias y nacionalidades. Por ejemplo, los siddhis locales estudian ghatka, el arte marcial nacional del Punjab.
La competencia entre empresarios en las grandes ciudades también es mayor, así que puedes elegir lo que necesitas entre cientos de gimnasios, cafeterías, farmacias, escuelas y otras cosas.
Las principales desventajas de las áreas metropolitanas canadienses son los altos precios de los alquileres, el aire sucio, el ruido y un ritmo de vida ajetreado. A veces sentirás que la ciudad nunca duerme, al igual que tus vecinos del barrio: el ruido estará a todas horas. Tendrás que luchar por el alquiler, incluso a un precio alto: hay muchos inquilinos dispuestos. Y los relucientes edificios de lujo pueden verse ahogados por el smog de las fábricas.
¿Y las ciudades pequeñas?
Son más limpios, más silenciosos y más tranquilos. Se respira mejor y la naturaleza está muy cerca. La oferta gastronómica y de ocio puede ser limitada: por ejemplo, sólo hay dos gimnasios, tres cafeterías y cuatro supermercados en toda la ciudad. Tendrás muchos sitios donde pasar el rato, pero no mucha variedad. Salir a la naturaleza es más interesante: no te llevará toda la vida recorrer las montañas, bosques y lagos cercanos.
Los precios de alquiler y compra son más bajos. Es especialmente conveniente para quienes trabajan a distancia. Se puede ganar tanto como en la capital y gastar cinco veces menos.
Si vives en una ciudad muy pequeña, estarás muy cerca de tus vecinos. Puede que a los introvertidos no les guste participar en eventos locales y tener invitados todo el tiempo, pero también tiene sus ventajas. Por ejemplo, tus hijos y mascotas siempre tendrán muchos cuidadores. Puedes aparcar a tu hijo o a tu perro con amigos y conocidos. Los residentes de los municipios funcionan como una gran red de vigilancia: tus hijos y mascotas siempre estarán vigilados. Si tu perro se escapa, lo atraparán y lo traerán de vuelta, y a un niño que se haya caído de la bici le curarán las heridas de la rodilla. Pero tendrás que dar un largo paseo hasta la tienda para comprar pan: conocerás a mucha gente con ganas de hablar. Las abuelas locales están dispuestas a hablarte de su salud y de las novedades de su huerto.
Internet y las comunicaciones son caros, como en todas partes en Canadá, pero funcionan decentemente. Son suficientes para el trabajo y el ocio.
Los empleos y los salarios son diferentes en todas partes. Hay ciudades en las que toda la gente trabaja en el mismo sector, por ejemplo, la tala de árboles o la fabricación de muebles. Puedes encontrar una localidad donde tengas demanda. También hay una opción con trabajo a distancia, aunque no seas programador — por ejemplo, a menudo se necesitan "trabajadores de cuello blanco".
En general, tanto las grandes como las pequeñas ciudades canadienses son bastante habitables. Antes de mudarse, debe investigar el lugar de residencia propuesto. No es difícil: hay mucha información en Internet.
