Los bomberos son los nuevos héroes de Canadá
Luchan contra el fuego sin descansos ni fines de semana.
Los incendios forestales siguen causando estragos en Canadá. El país ya ha declarado este año el peor para la naturaleza. Un récord de 250 incendios en todo el país están fuera de control. Las personas cercanas a los focos de fuego están evacuando a toda prisa a sus seres queridos y a sus mascotas. El resto de nosotros también lo estamos pasando mal: el humo tóxico cubre ciudades enteras. Ahora más que nunca, Canadá está orgullosa de sus bomberos.
Estas personas trabajan 14 horas al día sin descansos ni días libres, conteniendo el voraz incendio. Muchos de ellos llevan un mes sin volver a casa: duermen, comen y se curan las heridas en el trabajo para no perder un tiempo precioso. Tienen que trabajar con recursos limitados. En Quebec, por ejemplo, forman equipos de 12 personas, no de 25, para luchar contra los grandes incendios.
Los bomberos no se limitan a apagar incendios con mangueras o arena. Su trabajo es mucho más complicado y responsable. Pilotan aviones para explorar y rociar agua, vigilan los incendios las 24 horas del día y transmiten datos sobre ellos, analizan la composición atmosférica, etc., para predecir el futuro. También vigilan las zonas extinguidas. Los bomberos afirman que la ausencia de llamas visibles no significa que el peligro haya pasado. Hay incendios ocultos, donde las raíces de los árboles, las hojas caídas y la hierba seca arden bajo una capa de tierra. Siguen siendo peligrosos para las personas y los animales.
Por sus hazañas, los bomberos no quieren otra recompensa que la prudencia de los canadienses. Para ellos, la seguridad de los canadienses es más grata que las gracias y los elogios. No hay que subestimar los incendios: pueden desplazarse 20 kilómetros o más en un día. Los bomberos piden a la gente que evacue lo antes posible para no ponerse a sí misma ni a sus seres queridos en peligro.