Los senadores canadienses piden equidad con los estudiantes internacionales
Cuatro miembros del Parlamento presentaron un informe en el que exponían los problemas.
Cuatro senadores canadienses han publicado un informe conjunto titulado "Fortalecimiento de la integridad del Programa Canadiense de Estudiantes Internacionales". Los autores reconocen el valor de los estudiantes internacionales para la economía del país y para el desarrollo social y cultural de Canadá. Sin embargo, creen que en el núcleo del propio programa hay una serie de defectos estructurales que deben corregirse. Y lo que subyace a todos estos defectos es una falta de claridad y honestidad.
Tasas de matrícula
La primera de estas injusticias señaladas por los senadores es la diferencia en las tasas de matrícula. Y no se trata sólo de que las tasas para los estudiantes internacionales sean intrínsecamente más altas que para los canadienses. Tomando Ontario como ejemplo, los oradores señalan la diferencia de enfoque. Por ejemplo, la provincia ha congelado las tasas de matrícula para los canadienses durante tres años, mientras que los precios para los estudiantes internacionales siguen subiendo, a veces hasta un 20% al año. Como resultado, los estudiantes internacionales representan el 68% de los ingresos por matrícula en Ontario.
El mero hecho de este desequilibrio, según los senadores, no es el problema. Lo que sí es un problema es la incapacidad de las universidades acreditadas para aceptar estudiantes internacionales (DLI) de cubrir sus costes sin atraer a esos mismos estudiantes internacionales. En primer lugar, las instituciones no tienen mucho que ofrecer para atraer a los extranjeros y, en segundo lugar, este desequilibrio en el valor literal de cada estudiante tampoco es bueno para los canadienses que llegan al país.
Agentes o asesores
A los senadores les preocupan las condiciones de interacción entre las universidades y los agentes-asistentes, a cuyos servicios recurre la mayoría de los solicitantes internacionales. El agente recibe un porcentaje sólo si el estudiante se matricula con éxito y efectúa el primer pago, y el impago de tales comisiones puede llevar a que se agote por completo el flujo de estudiantes extranjeros (y a grandes pérdidas económicas) para la universidad. Por eso, los agentes sin escrúpulos pueden negociar un gran porcentaje para sí mismos y recomendar a los estudiantes solicitantes no las universidades y programas que necesitan, sino los más rentables para el agente.
Lo más triste de esta situación es que no todas las universidades acreditadas para extranjeros tienen derecho a participar en el PGWP — es decir, a expedir permisos de trabajo al graduarse. Los estudiantes internacionales que confían en los agentes suelen desconocer estas sutilezas y se enteran de la mala noticia cuando ya es demasiado tarde.
Esto también puede incluir problemas con las universidades privadas, que están menos controladas porque no reciben financiación gubernamental. Los senadores citan casos de trampas en el PGWP e incluso el cierre de instituciones privadas — por supuesto, sin reembolsos a los estudiantes.
Acoso
Otro problema que aún no se ha erradicado. Una encuesta realizada por la Universidad McGill reveló que casi el 39% de los estudiantes internacionales han sufrido acoso sexual y casi el 24% agresiones sexuales. Sin embargo, es mucho menos probable que los inmigrantes lo denuncien a los administradores de la universidad y a la policía, por temor a que pueda afectar a su estancia en Canadá. Los recién llegados no están bien informados de que la legislación canadiense también les protege a ellos y de que los abusos sexuales están mal vistos, no son la norma, y no deben ignorarse.
Alojamiento
Además de los evidentes problemas de asequibilidad de la vivienda en Canadá, complicados por la imposibilidad de los estudiantes de trabajar a tiempo completo, existe otro problema. Los ponentes plantean la cuestión de la discriminación que pueden sufrir los estudiantes recién llegados. Hay casos de abuso: cuando propietarios sin escrúpulos se aprovechan de la ignorancia de los recién llegados y los desahucian ilegalmente.
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Según el informe, Canadá cultiva entre los estudiantes internacionales un "inflado sentimiento de esperanza" de que obtendrán definitivamente la residencia permanente tras su graduación.
"Aunque el Gobierno canadiense está siendo honesto al destacar las ventajas de estudiar en Canadá desde el punto de vista de la inmigración, quizá pueda hacer más para ser franco sobre la naturaleza altamente competitiva del proceso de solicitud de residencia permanente."
¿Qué proponen los miembros del Senado?
Aunque los problemas descritos en el informe son graves, los senadores subrayan que su objetivo no es denunciar a nadie. Proponen una serie de medidas que podrían hacer más transparente la aplicación del programa de estudiantes internacionales:
- Estabilizar la autosuficiencia financiera de las universidades: el sector no debe depender tanto del flujo de estudiantes extranjeros.
- Introducir una estricta supervisión de las instituciones de enseñanza superior acreditadas (DLI), incluidas las universidades privadas. Las universidades deben demostrar su voluntad de ayudar a los estudiantes extranjeros a encontrar alojamiento y trabajo, así como a resolver otros problemas. Además, según los senadores, las instituciones que no cumplan las normas deberían perder la oportunidad de aceptar estudiantes extranjeros.
- Sensibilizar a los estudiantes sobre el derecho a trabajar después de los estudios. El gobierno canadiense debería informar a los estudiantes sobre qué programas pueden optar al PGWP y cuáles no.
- Proporcionar alojamiento a los estudiantes internacionales en el marco de la Estrategia Nacional de Vivienda.
- Sensibilizar a los estudiantes internacionales sobre sus derechos legales y las opciones de recurso.
- Concienciar a los estudiantes de la falta de igualdad entre estudiar en la universidad y obtener un permiso de residencia, para evitar falsas expectativas.
- Crear una estrategia nacional de compromiso con los estudiantes internacionales. Garantizar su plena integración en la sociedad y su preparación para la vida permanente en Canadá.
- Estudiar la creación de una norma lingüística nacional de entrada: los estudiantes que lleguen deben tener un nivel de lengua suficiente para establecerse con éxito en Canadá.
- Agilizar el proceso de verificación de las Cartas de Admisión (LOA) entrantes. Esto protegería a los estudiantes de gastos y litigios innecesarios y ahorraría recursos del servicio de migración. Este proceso puede acelerarse mediante las tecnologías existentes.
- Reformar la legislación sobre agentes y asesores e introducir una supervisión federal.
- Por otra parte, se anima a las provincias a rebajar el tope de aumento de las tasas a los estudiantes internacionales y a imponer normas y sanciones adicionales a los agentes y asesores.
Los senadores concluyen el informe recordando que el gran número de estudiantes internacionales es la mejor prueba de la poderosa marca mundial de Canadá. Los estudiantes internacionales de hoy se convertirán en canadienses mañana, y los que decidan abandonar el país tras sus estudios tendrán fuertes lazos con él para el resto de sus vidas.
Al mismo tiempo, Canadá debe dar un paso atrás y analizar las deficiencias del programa estudiantil que no pueden pasarse por alto. Al fin y al cabo, una experiencia positiva de los estudiantes internacionales es la verdadera clave para mantener la imagen establecida de Canadá. Los estudiantes internacionales hacen importantes sacrificios económicos y sociales para venir, y es deber colectivo del gobierno apoyarles.
