Organizaciones judías de Canadá exigen una investigación sobre el pasado nazi
Después de que Jaroslaw Hunka fuera homenajeado en el Parlamento, hubo un debate en la sociedad.
Aunque el escándalo protagonizado por un veterano de las SS en el Parlamento canadiense ya ha quedado enterrado bajo una serie de noticias más acuciantes, ciertos grupos piden que no caiga en el olvido. Algunas de las principales organizaciones judías de Canadá, entre ellas Friends of Simon Wiesenthal y el Centre for Israel and Jewish Affairs, han sugerido aprovechar la ocasión para hablar de un tema incómodo. A saber, a cuántos criminales nazis ha proporcionado Canadá una vejez tranquila y próspera.
¿Qué quieren exactamente?
En concreto, los centros exigen que se publique el informe de la Comisión Deschênes, que investigó la presencia de criminales de guerra nazis en Canadá a mediados de la década de 1980. La Comisión se formó a raíz de los informes que apuntaban a que Josef Mengele podría estar ocultándose de la justicia en el país. El trabajo del grupo Deschênes también examinó las actividades de la 14ª División de Granaderos de las Waffen de las SS (1ª de Galicia), de la que formaba parte Jaroslav Gunka, el motivo de todo el revuelo.
El trabajo del grupo encontró resistencia en varias comunidades de la época, y finalmente los resultados sólo se publicaron parcialmente y con algunas revisiones.
¿Quién está a favor de desclasificar el archivo?
La publicación del informe Deschênes como respuesta saludable al incidente fue planteada esta semana en el Parlamento por el Ministro de Inmigración, Mark Miller. Recordó que hubo épocas en que era más fácil para los criminales nazis entrar en Canadá que para los refugiados judíos.
Por ejemplo, se puede recordar el caso de Helmut Oberlander, un intérprete de los Einsatzgruppen que fue deportado de Estados Unidos en la década de 1950, pero que logró establecerse en Canadá. Oberlander vivió en Ontario hasta su vejez, nunca fue condenado y murió en 2021 en Waterloo.
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