Los canadienses están atrapados en la Franja de Gaza
Algunos extranjeros han podido salir hoy hacia Egipto.
Cuatro semanas después de la aguda escalada del conflicto árabe-israelí, las autoridades egipcias han decidido abrir su frontera a algunos civiles evacuados de la Franja de Gaza. Entre ellos había extranjeros y personas con doble nacionalidad: en total, al menos 7.000 personas con doble pasaporte en Gaza. Cientos de canadienses permanecen en el territorio en conflicto.
El miércoles 1 de noviembre, el primer grupo de 335 titulares de pasaportes extranjeros y 76 palestinos gravemente heridos cruzó la frontera con Egipto. Se rumorea que un ciudadano canadiense logró evacuar como parte del grupo, pero sus datos se mantienen en secreto por razones de privacidad.
El jueves 2 de noviembre, los agentes fronterizos egipcios dejaron pasar a las personas según listas preestablecidas. Las autoridades egipcias registraron alrededor de 450 personas que deseaban abandonar el enclave. Sin embargo, ninguno de ellos estaba incluido en una lista publicada por las autoridades fronterizas de Gaza de los autorizados a salir el jueves. Pero 400 ciudadanos estadounidenses y decenas de europeos, srilankeses, mexicanos y surcoreanos sí figuraban en la lista.
Antes, el 27 de octubre, la ONU votó una resolución que pedía un alto el fuego. Antes de ello, el Representante Permanente de Canadá, Bob Rae, presentó una moción para condenar las acciones de Hamás al atacar Israel. Finalmente, la enmienda no se presentó.
Los canadienses no pierden la esperanza
Las listas de las personas autorizadas a cruzar la frontera seguirán siendo acordadas entre Egipto e Israel, y las embajadas de los países implicados serán informadas con antelación para que puedan prepararse para recibir a sus ciudadanos. Asuntos Exteriores de Canadá informa de que está trabajando sin descanso para intentar evacuar a sus ciudadanos y también se está comunicando directamente con ellos.
El Primer Ministro Justin Trudeau ha mantenido hoy, 2 de noviembre, una reunión con canadienses de origen palestino en Toronto. En la reunión, el jefe del gobierno escuchó las preocupaciones de los ciudadanos y respondió que el derecho a expresar la propia opinión sin temor a represalias es un valor canadiense inherente. Trudeau también subrayó que abogaba en nombre del Estado por las pausas humanitarias, la entrega de ayuda humanitaria y el respeto del derecho internacional.