Los extranjeros obtienen visados de estudiante canadienses y no se matriculan en universidades
Statistics Canada intentó averiguar qué hacen los viajeros en Canadá.
Statistics Canada ha publicado un estudio sobre quienes llegan al país con un visado de estudiante. En él se constata que casi una cuarta parte de los que reciben un permiso de estudios no acaban matriculándose en centros canadienses.
Aproximadamente 717.300 personas se matricularon en educación superior en 2019. De estos, el 24% (172,152 personas) no se inscribieron en la educación postsecundaria. Podría haber varias razones para esto — incluyendo no venir a Canadá en absoluto. Sin embargo, según la Inmigración Longitudinal y el Sistema de Información de Estudiantes Postsecundarios (PSIS), el 54% (93,822) de estos estudiantes no matriculados finalmente vinieron al país y realizaron otras actividades.
¿Qué hacen en Canadá?
El 48% de los no matriculados tenía un permiso de trabajo además de su permiso de estudios — y al menos un tercio trabajaba a tiempo completo. Alrededor del 72% de los que trabajaban lo hacían en tres sectores:
- servicios de alojamiento y restauración (22%);
- comercio mayorista y minorista (31,2%);
- servicios de apoyo a las empresas, construcción y otros servicios de apoyo (17,1%).
Los datos específicos de los sectores más populares indican que al menos algunos de estos trabajadores optaron por trabajar a tiempo parcial. Esto significa que es posible que no tuvieran un permiso de trabajo aparte, sino que aprovecharan la oportunidad de trabajar a tiempo parcial hasta 20 horas semanales que ofrece un permiso de estudios.
La Oficina de Estadística sólo dispone de datos sobre matriculaciones en universidades financiadas por el Estado. Es imposible saber cuántos alumnos autorizados acaban estudiando en centros privados.
¿Cuál es el problema?
Las cifras más elevadas de titulares de un permiso de estudios que finalmente no se matricularon en programas financiados con fondos públicos se dieron en Columbia Británica y Ontario. Allí, la cifra alcanzó el 31% y el 39%, respectivamente. Los sociólogos citan como principal problema la presión adicional sobre un mercado de la vivienda ya de por sí problemático, dado que los no matriculados no podrán vivir en el campus.
Al mismo tiempo, estos estudiantes, que técnicamente han infringido las condiciones de su estancia en Canadá, en parte siguen ayudando a la economía canadiense. Las industrias en las que deciden trabajar cuentan con un enorme número de puestos vacantes y, sin los estudiantes que han fracasado, la situación en estas áreas sería mucho peor.
Sin embargo, a finales de octubre, el Ministerio de Inmigración emitió una actualización relativa al Programa de Estudiantes Internacionales. Con estos cambios, las autoridades pretenden garantizar una mayor seguridad y protección de los intereses de los potenciales estudiantes.