Los estudiantes internacionales podían trabajar más de 20 horas semanales
¿Cuánto durará?
El ministro de Inmigración, Marc Miller, ofreció una actualización del Programa de Estudiantes Internacionales. Además de nuevos requisitos financieros para quienes reciban permisos de estudio, mencionó la preocupante restricción del número de horas de trabajo para todos los estudiantes internacionales -y alegró a mucha gente.
¿Cómo funciona ahora?
La legislación canadiense permite a los estudiantes extranjeros que estén en el país con un visado de estudiante trabajar un máximo de 20 horas a la semana. A partir de noviembre de 2022, esta norma se flexibiliza.
Desde el 15 de noviembre de 2022 hasta el 31 de diciembre de 2023, los estudiantes internacionales que se encuentren en Canadá y tengan permiso de trabajo fuera del campus en su permiso de estudios no estarán restringidos por esta norma: podrán trabajar todo el tiempo que consideren oportuno. Este experimento se diseñó para ayudar tanto a la economía canadiense, que atraviesa dificultades, como a los estudiantes, que podían mejorar su situación financiera y adquirir una valiosa experiencia laboral. Así que muchos estaban preocupados por su inminente final.
¿Qué ha cambiado?
La exención de esta restricción se prorrogará hasta el 30 de abril de 2024. Los estudiantes internacionales que ya se encuentren en Canadá, así como los solicitantes que hayan tenido tiempo de solicitar un permiso de estudios.hasta el 7 de diciembre de 2023 podrá trabajar fuera del campus más de 20 horas semanales hasta entonces: otros 4 meses.
Además, el Ministerio reservó este tiempo no sólo para los estudiantes, sino también para sí mismo, para ultimar la política vigente. Al parecer, el experimento ha tenido suficiente éxito para los funcionarios, ya que Miller también ha insinuado de forma transparente la posibilidad de una nueva reforma. Los funcionarios están considerando seriamente la opción de aumentar el límite actual a 30 horas semanales de trabajo fuera del campus durante las clases.
De momento, no se habla de abolir completamente la restricción, como desearían muchas organizaciones estudiantiles. Sin embargo, la voluntad del gobierno de avanzar en esta dirección es alentadora.