El Senado votó a favor de la legislación de control de armas

Canadá sigue tomando medidas enérgicas contra la tenencia y el tráfico de armas de fuego.

El Senado canadiense votó por abrumadora mayoría -60 contra 24— la aprobación del proyecto de ley C-21, que supone un endurecimiento del control de armas.

El proyecto de ley propone congelar la venta de armas de fuego, aumentar las penas por tráfico y controlar la proliferación de armas de fabricación casera.

Significado de la votación en el Senado

Para que un proyecto se convierta en ley, la mayoría del Senado debe votar a favor, y después debe pasar por la fase de ser consensuado con la Corona.

Es probable que la ley C-21 reciba la aprobación real, lo que significa que las nuevas medidas de control de armas se convertirán pronto en parte integrante de la legislación canadiense.

Ventajas e inconvenientes

El proyecto de ley se presentó por primera vez en mayo de 2022, pero desde entonces ha sido retirado para revisiones en múltiples ocasiones.

En concreto, el proyecto de ley especifica la regulación de las armas de fuego de tipo asalto, pero la interpretación de este concepto cambió durante su tramitación. La versión original del C-21 preveía la prohibición de cualquier rifle o escopeta que pudiera tener un cargador para más de cinco cartuchos (independientemente de si el diseño original preveía dicho cargador). Y esto debía regularse a nivel del Código Penal, no de los estatutos. Sin embargo, los grupos de presión de las armas se opusieron a esta aclaración, al menos porque algunos tipos de rifles comunes entre los cazadores estaban cubiertos por ella. Como resultado, esta aclaración no se incluyó en la versión final del C-21.

Frente a la Coalición Canadiense por los Derechos de las Armas de Fuego está la organización PolySeSouvient. Entre sus miembros hay supervivientes del tiroteo masivo de 1989 en la Universidad Politécnica de Montreal, y el grupo ha abogado sistemáticamente por una prohibición estricta de las armas de fuego en Canadá.

Las autoridades equilibran los intereses de ambos grupos, aprobando finalmente una versión de compromiso del proyecto de ley. En los últimos años, sin embargo, las leyes canadienses sobre armas se han fortalecido de forma lenta pero segura. Esto se ha visto impulsado por casos poco frecuentes pero muy sonados de tiroteos mortales, como los asesinatos recurrentes en Winnipeg o la historia del joven tirador de Edmonton.