Las universidades canadienses critican las restricciones a los visados de estudiante
Canadá en la encrucijada de la inmigración educativa.
El futuro de los estudiantes internacionales en Canadá está actualmente envuelto en la incertidumbre. El Gobierno federal ha insinuado en repetidas ocasiones una posible reducción del número de visados de estudiante debido a la actual crisis inmobiliaria, lo que preocupa tanto a los futuros estudiantes como a las universidades.
El Ministro de Inmigración, Marc Miller, se pronunció enérgicamente el pasado mes de diciembre, prometiendo imponer restricciones a los visados de estudios si las provincias no hacían frente a la crisis. Ontario, Columbia Británica y Nueva Escocia fueron mencionadas específicamente como posibles lugares para aplicar estas restricciones.
"Si las provincias y territorios no pueden hacerlo, lo haremos nosotros por ellos, y no les gustará la brusquedad de los instrumentos que utilizamos".
El servicio de prensa de Miller no confirmó que las restricciones fueran inminentes, pero reconoció que se estaba considerando esa opción. Las preguntas sobre las negociaciones con las provincias quedaron sin respuesta.
Reacciones universitarias
Los empleados de los centros de enseñanza no están entusiasmados con esta noticia. Dale McCartney, profesor asociado de la Fraser Valley University, se pregunta por los criterios de selección de los estudiantes. Recuerda que antes las universidades canadienses no reclutaban estudiantes sin control, pero este año, por primera vez, se ha fijado una cuota de 485.000 estudiantes internacionales para 2024. McCartney sugiere que la restricción en algunas provincias provocará una afluencia de estudiantes a otras regiones, aumentando la competencia y la presión sobre ellas.
Los cambios en las políticas de expedición de visados pueden tener graves repercusiones en la situación financiera de las instituciones educativas. Las tasas de matrícula pueden aumentar, causando ansiedad tanto entre los futuros estudiantes como entre los actuales. Algunas universidades ya temen por su propia supervivencia en las nuevas condiciones.
Los detractores de la restricción también recuerdan las posibles consecuencias negativas para el mercado laboral canadiense. Además, los cambios podrían socavar la reputación de Canadá como país con un sistema de inmigración claro y fiable. Esto, a su vez, podría provocar un éxodo de potenciales inmigrantes económicos a otros países.
El futuro de los estudiantes internacionales en Canadá sigue siendo una incógnita, y las decisiones gubernamentales influirán significativamente en muchos aspectos de la educación canadiense y del sistema de inmigración.
