Un litigio podría afectar a la legislación canadiense sobre adopción
Muchos consideran discriminatoria la prohibición de las adopciones procedentes de países musulmanes.
La prohibición canadiense de las adopciones procedentes de varios países musulmanes ha generado en su momento un considerable debate y críticas, y ahora es objeto de revisión por el Tribunal Federal. La controvertida decisión, vigente desde que Canadá suspendió las adopciones procedentes de Pakistán en 2013 basándose en la sharia, plantea ahora cuestiones de discriminación y violación de derechos.
Aunque la prohibición se aplicaba oficialmente a Pakistán, los medios de comunicación han descubierto su extensión encubierta a otros países musulmanes, como Irán, Sudán y otros. En vista de ello, muchos juristas sostienen que esa política no solo es discriminatoria, sino que traslada la carga de demostrar la legitimidad de las tradiciones religiosas a las familias afectadas por la prohibición.
¿Quién acudió a los tribunales?
El caso que ahora se somete al tribunal se centra en la historia de una mujer de Toronto, Jameela Qadeer, que se convirtió en tutora de sus tres sobrinos tras la muerte de su madre, en Pakistán. Aunque ella y los niños desean estar juntos, Canadá se niega a reconocer sus lazos familiares, alegando incompatibilidad entre las leyes de adopción paquistaníes y canadienses.
La abogada Warda Shazadi Meighen acusa a la legislación canadiense de discriminación por negarse a reconocer las adopciones. La abogada argumenta que no reconocer las adopciones viola la Carta de Derechos y Libertades de Canadá, en particular los artículos sobre igualdad de derechos, libertad religiosa y derecho a la seguridad de la persona.
Respuesta de los funcionarios
El Alto Comisionado de Pakistán en Ottawa se opone a las alegaciones de que las adopciones son inadmisibles según la legislación pakistaní, mientras que el gobierno federal canadiense ha prometido revisar la política, pero aún no ha dado detalles sobre el resultado de la revisión.
Un proceso judicial podría conducir a la derogación de la ley actual y obligar al Parlamento a crear una nueva legislación o a encontrar una solución diferente que incluya la revisión de la interpretación de la ley. Qadeer, por su parte, sigue manteniendo una relación a distancia con sus hijos, mientras que su sobrino mayor destaca el profundo vínculo que comparten con ella como madre adoptiva.
El caso Qadeer y la próxima decisión judicial pueden sentar un precedente que cambie el futuro de las adopciones en Canadá y refuerce los derechos de reagrupación familiar a pesar de las diferencias religiosas y jurídicas.