La provincia planea atraer al mayor número posible de inmigrantes para finales de 2021
Se considera un plan para salvar la economía mediante el crecimiento de la población.
Entre las demás provincias atlánticas de Canadá, Nueva Escocia fue la más afectada por las medidas de cuarentena provocadas por la pandemia COVID-19. Los daños en la provincia se han ido acumulando como una bola de nieve.
En primer lugar, la finalización del acuerdo con la Isla del Príncipe Eduardo, Nuevo Brunswick, Terranova y Labrador, para la libre circulación de viajeros. Luego vino el declive mundial del comercio minorista y del turismo y, por último, el cierre de la fábrica de celulosa Northern Pulp.
Por ahora, el gobierno apuesta fuerte por salvar la economía de la provincia mediante el crecimiento de la población y, principalmente, la inmigración. El plan consiste en aumentar el crecimiento económico un 4,2% en 2021 y un 2,4% en 2022.
Para cumplir sus objetivos, el gobierno de Nueva Escocia tiene previsto aumentar el número de plazas para inmigrantes, mediante programas de autoempleo y emprendimiento. Y volver a 2019, cuando más de 2.000 personas emigraron a la provincia de forma permanente.