Los guardias fronterizos canadienses planean una huelga a principios de agosto
¿Cómo funcionarán los pasos fronterizos durante el estado de emergencia?
El plan del gobierno federal de abrir la frontera de Canadá a los ciudadanos estadounidenses totalmente vacunados el próximo mes corre el riesgo de descarrilarse. Esta semana, más de 8.500 funcionarios de la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA), que llevan sin contrato desde junio de 2018, votan si quieren ir a la huelga y no ir a trabajar a principios de agosto. Los resultados de la votación se conocerán a principios de la próxima semana.
¿Qué pasa si hay una huelga?
Si más de la mitad vota a favor, podría producirse una situación de emergencia a principios de agosto, ya que los agentes de la CBSA son funcionarios fronterizos muy importantes. Su huelga podría causar retrasos masivos a los viajeros y a las mercancías en los puntos de control de las fronteras terrestres y aéreas. Y podría ocurrir justo cuando Canadá se prepara para acoger de nuevo en su territorio a ciudadanos y residentes estadounidenses totalmente vacunados.
"Una huelga podría ralentizar las cosas", comentó Mark Weber, presidente nacional del Sindicato de Aduanas e Inmigración. — No nos ponemos en huelga con alegría porque realmente queremos que los cruces de la frontera canadiense sean fluidos. Durante un año y medio, hemos trabajado duro para garantizar el buen funcionamiento de todos los pasos fronterizos. Trabajando en algunas de las circunstancias más duras a las que nos hemos enfrentado".
¿Qué quieren los guardias fronterizos canadienses?
Mark Weber dijo que el sindicato de servicios fronterizos decidió ir a la huelga para conseguir tres cosas importantes: la igualdad salarial con otros funcionarios canadienses encargados de hacer cumplir la ley, una mejor protección contra el acoso y la discriminación de sus empleados, y que se considere la posibilidad de trabajar a distancia para aquellos funcionarios que no están obligados por su trabajo a llevar uniforme.
Según explicó Weber, su sindicato no quiere crear dificultades a los canadienses y a los turistas en la frontera, pero considera que se ha topado con un muro en las negociaciones con las autoridades superiores. Y añadió que los agentes fronterizos suelen sufrir acoso en sus puestos de trabajo, lo que hace de la CBSA "un lugar muy frío y poco atractivo".
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