Un actor canadiense mata a su madre para que se acuerde bien de él
Quería matar a Trudeau, pero no quería que su madre lo supiera.
Ryan Grantham lleva en el cine desde los nueve años. Ha aparecido en 37 series y películas, entre ellas Sobrenatural, Riverdale y El imaginario del Doctor Parnassus.
En la primavera de 2020, Ryan sufría de depresión y había abandonado la universidad. El 31 de marzo de 2020, disparó a su madre en la nuca mientras tocaba el piano. Sólo que ahora la investigación ha terminado y hay un juicio en marcha.
Aunque Ryan estaba contemplando seriamente el suicidio y había estado consumiendo demasiada marihuana, se le encontró cuerdo. El asesinato ni siquiera puede calificarse de homicidio involuntario porque Ryan lo había planeado durante más de un día, acercándose sigilosamente a su madre con una pistola y sentándose en las escaleras de la casa del pueblo durante casi 15 minutos, cargando y descargando su rifle del 22 justo antes de que se produjera el disparo.
Cuando Ryan mató a su madre, hizo una entrada en su diario en la que pedía perdón a su madre y a su hermana, y grabó un breve vídeo explicando lo que había hecho. Luego fue a buscar cerveza y marihuana, preparó cócteles molotov mientras veía una película en Netflix, cubrió el cuerpo de su madre con una sábana y se acostó.
En la mañana del 1 de abril, Ryan fue a matar a Trudeau. Antes de irse, colgó rosarios en el piano y colocó velas encendidas alrededor del cuerpo. Por la noche, Lisa, la hermana de Ryan, encontró a su madre muerta.
El viaje desde Squamish, en Columbia Británica, hasta la residencia de Trudeau, en Ottawa, es largo, al menos 50 horas. Por el camino, Ryan cambió de opinión y decidió organizar un tiroteo masivo en algún lugar más cercano, como el puente Lyons Gate de Vancouver o en la Universidad Simon Fraser, de la que fue expulsado. Pero finalmente se entregó a la policía de Vancouver.
En el tribunal, el actor de 24 años dijo que no tenía excusa, pero que lo sentía "con toda la fibra de su ser". Su abogado cree que 12 años de prisión son suficientes, ya que Ryan tenía 21 años en el momento del asesinato, sufría depresión y además se había entregado voluntariamente.
La fiscalía pide 17 o 18 años con libertad condicional. Según la legislación canadiense, el homicidio intencionado también puede llevar a la cadena perpetua.
