La lluvia helada en Canadá ha provocado cortes masivos de electricidad. Y aún no ha terminado

Desde el 16 de enero se han producido nevadas y lluvias heladas en todo Canadá. Grandes cantidades de nieve fueron sustituidas por precipitaciones y las bajas temperaturas convirtieron todo en hielo.

Las líneas eléctricas resultaron dañadas y más de 2.000 hogares se quedaron sin electricidad. Las compañías eléctricas locales enviaron inmediatamente equipos de emergencia para reparar los daños. No se informó de víctimas. Por el momento, se siguen observando precipitaciones. Por ello, los meteorólogos advierten contra las carreteras resbaladizas y recomiendan limitar la velocidad.

Las precipitaciones continuarán los días 17 y 18 de enero, acompañadas de heladas y posibles tormentas de nieve. A partir del 22 de enero, el sol aparecerá en el cielo canadiense y las temperaturas subirán hasta los 0°C.

Las precipitaciones heladas y las nevadas no son infrecuentes en Canadá. Ocurren con bastante frecuencia durante las estaciones de invierno y primavera. La lluvia helada más extendida se produjo en 1998.

Hace 20 años se produjo una de las peores catástrofes naturales de la historia: Murieron 35 personas y unas 1.000 resultaron heridas. Los territorios del sur de Quebec y el este de Ontario sufrieron lluvias heladas de hasta 100 mm de espesor que duraron 5 días. Como resultado, 3,5 millones de quebequenses — cerca del 50% — y más de 1 millón de ontarianos, miles de habitantes de Nuevo Brunswick se mantuvieron a oscuras durante semanas. Durante este periodo, llovió el doble que en un año. Las carreteras estaban bloqueadas por árboles caídos y tendidos eléctricos rotos, los coches estaban cubiertos de hielo. Casi nadie podía salir de Quebec, ni entrar.

En una entrevista, Justin Trudeau destacó que en aquellos días los canadienses mostraban sentido de comunidad, compasión y acogían en sus casas a vecinos y amigos, compartiendo generadores y comida caliente.