¿Pueden más inmigrantes arreglar la situación del mercado laboral canadiense?
En un momento en que el desempleo está en mínimos históricos, muchas empresas canadienses necesitan trabajadores urgentemente. Según los expertos, los nuevos inmigrantes podrían llenar ese vacío. Pero hay que tener en cuenta algunos factores importantes.
La escasez de mano de obra en el mercado laboral canadiense es cada vez más visible. Esto es lo que pasa.
Los expertos en inmigración de Canadá creen que el nuevo plan del Gobierno canadiense para aumentar el flujo de inmigrantes podría aliviar la presión sobre el mercado laboral del país. Pero la situación exige grandes cambios. Requiere asegurarse de que los nuevos residentes permanentes se ajustan a las demandas reales del mercado laboral canadiense y de que son adecuados para puestos de trabajo que llevan mucho tiempo vacantes.
El nuevo plan del gobierno federal muestra la necesidad de admitir a 1,45 millones de nuevos residentes permanentes en los próximos 3 años. En 2023, Canadá prevé acoger a 465.000 inmigrantes, cifra que aumentará a 500.000 en 2025. En comparación, en 2019, Canadá aceptó solo 341.000 nuevos residentes permanentes.
Según el Servicio de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá (IRCC), el nuevo plan está diseñado para atraer mano de obra a sectores clave como los servicios sanitarios, los oficios altamente cualificados, la industria manufacturera y las tecnologías de la información. Los expertos creen que estas cualificaciones están en demanda, pero aumentar el flujo de inmigrantes es sólo una parte del éxito del plan. En su opinión, el nuevo plan debe tener necesariamente en cuenta a los trabajadores extranjeros temporales y a los estudiantes internacionales, así como abordar un abanico mucho más amplio de profesiones.
Según datos recientes de Statistics Canada, los nuevos inmigrantes tienen muchas menos probabilidades de utilizar sus cualificaciones que los profesionales nacidos en el país. Mientras tanto, sectores como el transporte y el almacenamiento, el alojamiento y los servicios de restauración están saturados de inmigrantes recientes. El Gobierno ha creado un desequilibrio entre las cualificaciones que realmente necesita el mercado laboral y las ocupaciones que aprueba su política de inmigración.
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