¿Se verá afectada Canadá por el colapso de los bancos estadounidenses?
El Banco Central está dispuesto a intervenir si hay "efectos secundarios"
El Banco de Canadá está preparado para proteger a los bancos privados canadienses de un colapso financiero mundial si la crisis bancaria estadounidense se extiende a Canadá. Pero es poco probable que tales medidas sean necesarias.
El subgobernador del Banco de Canadá, Toni Gravelle, declaró que el banco estaba "preparado para actuar en caso de graves tensiones en todo el mercado y proporcionar liquidez de apoyo al sistema financiero". Gravelle también afirmó que el banco central había aprendido de la crisis provocada por la pandemia del COVID-19, y que actuaría con mayor eficacia si surgiera una amenaza similar y los mercados empezaran a comportarse peor.
En este sentido, el banco publicó un nuevo documento de debate sobre cómo respondió el Banco de Canadá a "un nivel sin precedentes de perturbación de los mercados financieros" cuando la pandemia prácticamente paralizó toda la economía canadiense.
Gravelle también mencionó el casi colapso del sistema de pensiones británico en septiembre de 2022 bajo el mandato de la entonces Primera Ministra Liz Truss y dijo que el Banco de Canadá estaría mejor preparado para cualquier crisis ofreciendo liquidez no sólo a los bancos sino también a los fondos de pensiones.
Tras la pandemia, muchos críticos se quejaron de que el banco central había actuado con demasiada agresividad, recortando los tipos de interés y prometiendo que se mantendrían bajos. Pero los análisis de los bancos centrales de todo el mundo mostraron lo cerca que estaba el sistema económico del colapso.
Además de bajar los tipos de interés, el banco central inyectó dinero en la economía comprando no sólo bonos del Estado canadiense, sino también otros activos para evitar el colapso del sistema financiero.
Gravelle también dijo que cualquier compra de activos para proteger a las instituciones financieras se formularía para evitar el riesgo moral, "cuando los inversores o los agentes del mercado creen que pueden asumir riesgos inusuales sin cargar con las consecuencias si las cosas van mal".
Para mitigar los efectos del riesgo moral, el banco central limitará su actuación a los casos más extremos, lo que significa que los inversores podrían sufrir pérdidas importantes antes de que el banco intervenga. También obligará a los inversores rescatados a recomprar los títulos al Banco de Canadá en cuanto termine la crisis.