En Canadá se destinarán 390 millones de CAD a la lucha contra la delincuencia organizada
El Ministerio de Seguridad Pública está decidido a abordar esta cuestión.
El lunes, el gobierno federal de Canadá anunció que destinará 390 millones de dólares canadienses a las provincias para combatir la delincuencia organizada y los delitos relacionados con las armas. Estos últimos se denominan en inglés "gun violence". Este es el término general para un grupo de delitos que incluyen el asesinato, causar lesiones corporales graves, la extorsión y la intimidación, el robo y la delincuencia organizada que implica el uso de armas de fuego.
La decisión fue anunciada por el Ministro de Seguridad Pública, Marco Mendicino. Los fondos se asignarán gradualmente a lo largo de un periodo de 5 años. El plan de lucha contra la delincuencia organizada y las armas de fuego ilegales lleva desarrollándose y aplicándose en el país desde 2017, pero ahora ha llegado el momento de actuar con decisión.
Según Public Safety Canada, el número de homicidios relacionados con armas de fuego en Canadá no ha dejado de aumentar en los últimos años. En 2020 se produjeron 277 homicidios de este tipo, es decir, 16 más que el año anterior.
El Ministerio de Seguridad Pública afirma que también están aumentando los casos de bandidaje. Desde 2013, el número de homicidios relacionados con bandas en las ciudades más grandes de Canadá casi se ha duplicado. Según el departamento, de los 743 asesinatos ocurridos en 2020, el 20% estaban relacionados con el crimen organizado o las bandas callejeras. En comparación con la población de Canadá y la cantidad de delitos que allí se cometen, no se trata de una cifra significativa. Sin embargo, las autoridades locales están preocupadas por la tendencia a la formación de bandas y el uso indebido de armas de fuego. Las bandas criminales son peligrosas no por la cantidad, sino por la calidad de sus delitos. Una banda pequeña pero bien armada y con una orientación agresiva puede aterrorizar a toda una ciudad. El gobierno pretende suprimir el fenómeno del bandolerismo en sus inicios para que Canadá siga siendo un país pacífico.
El Partido Liberal también ha presentado al Parlamento el proyecto de ley C-21, cuyo objetivo es prohibir la venta de ciertos tipos de armas de fuego a civiles y, en general, dificultar la obtención de armas de fuego. Ya ha causado descontento entre los propietarios de armas, pero el Ministerio lo elaboró en colaboración con fabricantes de armas de fuego, cazadores y representantes de los pueblos indígenas de Canadá. No es posible prohibir completamente la venta de armas de fuego sin poner en peligro a estos últimos: algunos indios inuit y cree cazan para sobrevivir, y es su principal fuente de alimentos e ingresos. El objetivo del gobierno no es prohibir que los civiles posean armas de fuego, sino dificultar la obtención de los modelos más peligrosos y "retirarlos de las calles". En concreto, los civiles ya no podrán adquirir fusiles de asalto. Esto incluye, por ejemplo, el conocido fusil automático Kalashnikov. Los entusiastas de las armas están indignados, mientras que los expertos en seguridad pública se alegran: armas tan potentes pertenecen a las manos de los militares. Los civiles podrán arreglárselas con pistolas para defenderse y rifles para cazar.
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