Se pide a las embarazadas canadienses que no fumen marihuana
Los habitantes del país escandalizan a los médicos por su actitud indiferente hacia su salud.
Los canadienses suelen sorprender a los médicos por su actitud irresponsable hacia su salud. Suelen ignorar las consecuencias de diversos malos hábitos. Por ejemplo, el país está a punto de aprobar una nueva ley que pondrá la advertencia "Cuidado, ¡causa cáncer!" en las botellas de alcohol. Resulta que la mayoría de los canadienses amantes del alcohol no tienen ni idea de que podrían estar expuestos a tumores malignos.
Esta vez, los médicos están preocupados por las madres embarazadas canadienses que fuman marihuana. Su consumo es legal en Canadá, pero se cree que debe abordarse con responsabilidad: autoevaluando la propia salud y las posibles consecuencias. Cada vez es más probable que las mujeres embarazadas acaben en el hospital a causa del consumo de marihuana. En este estado, este mal hábito no es una forma de relajarse, sino una ruleta rusa. El consumo de marihuana durante el embarazo puede provocar abortos espontáneos, partos prematuros, anomalías fetales, deterioro de la madre, desarrollo de adicción en el feto. Además, los hijos de estas madres suelen nacer con un peso corporal demasiado bajo. Los niños son el tesoro de Canadá y la esperanza de una nación que envejece gradualmente. Su salud es, por tanto, una cuestión de importancia nacional.
Desde la legalización de la marihuana en Canadá, 590 mujeres embarazadas han acabado en cuidados intensivos por su culpa. Se trata de una cifra pequeña en relación con la población del país, pero el número de estas aventureras está aumentando gradualmente.
Los médicos están dando la voz de alarma. Por ahora, están difundiendo información sobre los riesgos potenciales a través de los medios de comunicación y las redes sociales. Pero si eso no sirve de nada y crece el número de casos de consumo abusivo de marihuana durante el embarazo, el Ministerio de Sanidad tendrá que proponer una nueva ley al Parlamento.
Lo que más preocupa a los médicos es la falta de datos e investigación sobre este tema. Los niños cuyas madres han consumido drogas ligeras son muy pocos y su salud no se ha estudiado con especial detenimiento. Además, no ha habido oportunidad de observar a esos niños a lo largo de su desarrollo. Por lo tanto, los profesionales sanitarios ni siquiera pueden predecir qué tipo de impacto tendrán las madres en la salud de sus hijos en el futuro. Por ejemplo, ¿cómo será esa persona en la vejez? ¿Tendrá más enfermedades? ¿Podrá transmitirlas genéticamente a sus hijos? Las respuestas a estas preguntas aún no están disponibles, pero los médicos no quieren averiguarlo; de lo contrario, toda una generación de niños será conejillo de indias. Los médicos piden a las madres canadienses que no corran riesgos y abandonen los malos hábitos durante el embarazo y la lactancia.