Niños canadienses con discapacidad controlan ordenadores con la mente
Los últimos ordenadores, controlados por impulsos cerebrales, ayudan a niños paralíticos a vivir una vida plena.
Un hospital infantil de Toronto está utilizando con éxito la tecnología más avanzada para ayudar a los niños paralíticos. El centro utiliza interfaces informáticas controladas por impulsos cerebrales. No es exagerado decir que los niños controlan estos ordenadores con la mente.
Para que se produzca la magia, se necesita un ordenador portátil normal y corriente y un sensor que se coloca en la cabeza del niño. Parecen varias cintas negras equipadas con 16 sensores táctiles. Leen la actividad cerebral del niño y convierten los impulsos en órdenes para el ordenador.
Con la ayuda de este equipo, los niños paralíticos pueden jugar, dibujar, ver vídeos y también escribir y locutar pequeños mensajes para otros. Por ejemplo, un niño puede ir de forma autónoma a YouTube, encontrar un vídeo interesante y encenderlo. También puede mantener una conversación básica con quienes le rodean y comunicar sus necesidades.
Esta tecnología es especialmente importante para los niños paralíticos con trastornos del habla. Otros niños que no tienen control sobre su cuerpo pueden dar órdenes al ordenador utilizando su voz. Sin embargo, gracias a las nuevas tecnologías, incluso los paralíticos sordomudos pueden interactuar plenamente con el mundo que les rodea.
El hospital donde se introdujo por primera vez esta tecnología se llama Holland Bloorview. Ahora lo están probando varias docenas de niños de distintas edades, desde pequeños hasta adolescentes. En esta fase de su desarrollo, estas interfaces informáticas ya permiten a los niños hablar con otros, aprender cosas sencillas y pasar su tiempo libre de forma interesante. Con el tiempo, serán capaces de más. Por ejemplo, con ellas podrán escribir programas y textos complejos, leer libros y pasar páginas. Podrán ser completamente independientes e incluso tener éxito en el trabajo mental.
La tecnología se inventó en 2019 en el centro de investigación del hospital. Lo importante es que no es invasiva: no hace falta cirugía para usarla. Los sensores simplemente se adhieren al cuero cabelludo con un gel especial que mejora la conducción de los impulsos. El programa responde a dos tipos de impulsos: visuales y motores.
Los niños de hoy tardan varios meses en aprender a manejar una interfaz de este tipo. Poco a poco, la tecnología se irá perfeccionando, de modo que sea posible entenderla en un par de días.
Los científicos canadienses reconocen que se trata de un gran paso para la medicina y la neurología. La tecnología da esperanzas a muchas personas paralizadas. Con ella podrán trabajar, comunicarse con los demás, aprender y realizar de forma independiente actividades cotidianas. Llevará mucho tiempo perfeccionar las interfaces hasta este nivel, pero muchos están dispuestos a esperar este momento como un verdadero milagro.