Los incendios forestales son la norma en Canadá
Resulta que esta temporada de incendios no es la primera, ni siquiera la más destructiva.
Recientemente, los medios de comunicación canadienses se han visto desbordados por las noticias sobre incendios forestales y los daños que han causado. Cientos de personas y animales salvajes se han quedado sin hogar y se han visto obligados a emigrar a zonas vecinas. Hectáreas de bosque se han visto afectadas y el humo de los incendios ha llenado la atmósfera e incluso ha llegado a Estados Unidos. Parece como si fuera la primera catástrofe de este tipo en Canadá, pero no lo es en absoluto. Científicos y bomberos recuerdan que los incendios forestales son habituales en este país.
Todos los años se producen en Canadá incendios forestales de diversa magnitud. La catástrofe reciente más devastadora fue la de 2016. En aquel momento, 80.000 personas perdieron sus hogares y tuvieron que evacuarse a provincias vecinas, mientras que decenas murieron o resultaron heridas.
Los ecologistas, funcionarios de medio ambiente y bomberos canadienses llevan estudiando y analizando los incendios desde principios del siglo pasado. La buena noticia es que han aprendido a reducir los daños de tales siniestros. A pesar de los daños a la economía y los recursos naturales, bomberos, médicos y funcionarios trabajan de consuno para salvar al mayor número posible de personas y animales. Los propios canadienses están haciendo lo correcto en la naturaleza: desde los años 80, el número de incendios provocados por el hombre se ha multiplicado por tres. Y el suelo canadiense acabará recuperándose de su impacto, como siempre ha hecho.
Pero también hay cambios negativos que no dependen de la voluntad de las personas. Hay menos incendios, pero cubren más superficie. Esto se debe al cambio climático. Ahora hace más calor en Canadá, el verano llega antes, los árboles se secan más rápido y se inflaman con más facilidad. Más de la mitad de los incendios de este año han sido causados por rayos, que también son más frecuentes en climas más cálidos. Esta es una de las razones por las que el país de la hoja de arce intenta luchar contra el calentamiento global. Cuanto más calor hace en Canadá y antes llega la estación cálida, más incendios forestales se producen.
Los científicos reconocen que los antiguos métodos de prevención de incendios ya no funcionan. Ahora hay que utilizar otros nuevos. Por ejemplo, vigilar el estado de los árboles y eliminar los que se estén secando para evitar que se declaren incendios. Se utilizarán incendios controlados para destruir grandes extensiones de bosque seco. Se trata de un antiguo método de los pueblos indígenas canadienses. Ayuda a evitar grandes incendios y menos derramamiento de sangre, y además la tierra cubierta de cenizas es muy fértil.
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