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Los canadienses tienen problemas intestinales

Los canadienses tienen problemas intestinales

Los médicos piden a los residentes que estén más atentos a su salud.

Cada vez más canadienses padecen enfermedad inflamatoria intestinal. Este grupo incluye dos diagnósticos, la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Ambas van acompañadas de dolor, fatiga crónica, úlceras, fiebre y otros síntomas desagradables. Además, quienes las padecen tienen un 35% más de probabilidades de sufrir depresión. Ahora sólo el 0,8% de los canadienses están diagnosticados de estas enfermedades, pero los médicos están asustados por el ritmo al que se están extendiendo. Las estadísticas de diagnóstico han aumentado espectacularmente en los últimos años.

Las enfermedades inflamatorias intestinales no son contagiosas ni se transmiten de persona a persona. Están causadas por un desafortunado conjunto de circunstancias: mala ecología y genética. Es imposible influir en la herencia, pero es posible reducir el impacto de los factores externos. Los principales son la dieta poco saludable, el estrés y la violación de la microflora intestinal.

Los médicos instan a los residentes a comer más frutas y verduras, reducir el consumo de productos cárnicos procesados (embutidos, salchichas, jamón, etc.), refrescos dulces y alcohol. Aumentar la cantidad de fibra en la dieta por sí solo no ayudará, también hay que dejar de consumir alcohol y carne grasa y frita. Además, los antibióticos deben utilizarse sólo como último recurso, y sólo si los receta un médico. Demasiados canadienses abusan de ellos e intentan tomarlos cuando tienen síntomas de una infección respiratoria aguda. No ayudan con las infecciones víricas; los antibióticos sólo matan las bacterias. Sin embargo, también matan la flora intestinal beneficiosa y disminuyen la inmunidad del organismo. Como resultado, el cuerpo se vuelve propenso a la inflamación.

Además, una causa importante de estas dolencias es el estrés crónico. Y no es sólo el trabajo estresante. Muchos canadienses, sobre todo jóvenes, duermen menos. Por la noche, prefieren sentarse en Internet, chatear con amigos en las redes sociales y consumir todo tipo de contenidos. Los médicos advierten de que ese tiempo de ocio se paga caro en el futuro. La privación crónica de sueño abre la puerta a muchas enfermedades mucho más peligrosas que la EII.

Puedes leer aquí sobre cómo es la situación médica en Canadá.

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