La ciberdelincuencia puede ser una grave amenaza para la seguridad y la prosperidad de Canadá
La agencia de inteligencia del país prevé que la ciberdelincuencia alcance un nuevo nivel en los próximos 2 años.
La delincuencia organizada supondrá una amenaza para la seguridad nacional y la prosperidad económica de Canadá en los próximos 2 años. Así lo anunció el lunes un informe de la agencia nacional de inteligencia de señales de Canadá.
En su informe, el Communications Security Establishment (CSE) señala a Rusia e Irán como los principales caldos de cultivo de la ciberdelincuencia, donde los delincuentes pueden actuar contra los países occidentales.
El informe también señala que los ciberataques de ransomware contra instalaciones críticas como hospitales u oleoductos pueden ser especialmente lucrativos. Los ciberdelincuentes siguen resistiendo y modernizando su modus operandi y su "modelo de negocio".
"El ransomware es, casi con toda seguridad, la forma de ciberdelincuencia más perturbadora a la que se enfrenta Canadá, ya que es omnipresente y puede tener graves repercusiones en la capacidad de funcionamiento de una organización", afirma el CSE.
Según cifras oficiales, el año pasado se registraron cerca de 71.000 denuncias de ciberfraude en Canadá. Como consecuencia de estos delitos, los ciudadanos perdieron más de 530 millones de dólares canadienses.
Chris Lynam, Director General del Centro Nacional de Coordinación de la Ciberdelincuencia de Canadá, cree que no todas las víctimas de la ciberdelincuencia informan a las autoridades competentes, por lo que el número real de casos de ciberfraude en 2022 puede ser muchas veces superior a las cifras oficiales: 5.000 millones de dólares canadienses y más pueden haber sido robados por los ciberextorsionadores.
"Todos los sectores están en el punto de mira, así como todo tipo de empresas... la gente tiene que asegurarse de que se lo toma en serio", nos dijo Lynam.
El CSE cree que es probable que los servicios de inteligencia y las fuerzas del orden rusas mantengan contactos con los ciberdelincuentes y les permitan operar con casi total impunidad si los delincuentes tienen como objetivo países fuera de la antigua Unión Soviética. Moscú, por su parte, niega que los servicios de inteligencia o las fuerzas del orden lleven a cabo ataques informáticos o apoyen a los ciberdelincuentes.
El CSE añade que también es probable que Teherán tolere las actividades delictivas de los piratas informáticos de Teherán, que responden a los intereses estratégicos e ideológicos del Estado.
