Ventajas poco evidentes de la enseñanza superior en Canadá
Corrupción, asignaturas innecesarias, profesores parciales y muchas otras cosas que Canadá no tiene.
A menudo hablamos de las reconocidas ventajas de la enseñanza superior en Canadá. Estas son su alta calidad a un precio relativamente asequible, la demanda de diplomas canadienses en todo el mundo, la oportunidad de vivir y trabajar en Canadá tras la graduación, mucha práctica, etc. Además, los extranjeros pueden acceder a las instituciones canadienses sin pasar exámenes.
Pero hay otras ventajas en comparación con muchos países, de las que no se habla tan a menudo. Periodistas de nuestro equipo hablaron con estudiantes de varios países para averiguar qué era lo que más les disgustaba de la educación nacional. Me complace informarles de que los estudiantes canadienses no tienen esos problemas.
No tocaré el tema de cómo obtener un permiso de residencia permanente estudiando en Canadá en este artículo, porque ya lo hemos tratado.
Así que aquí tienes una lista de razones para abandonar que no encontrarás en Canadá.
Temas innecesarios
La educación en Canadá es más práctica y modernizada. En las universidades e institutos se estudia lo que se demandará en el mercado laboral en los próximos 5-10 años. La tarea de los colleges y universidades canadienses es formar a los especialistas que se demandan en un campo concreto y darles los conocimientos que necesitan. Aquí no se enseñará a los físicos estudios culturales ni a los historiadores matemáticas. Un graduado de una institución canadiense podrá encontrar trabajo en su especialidad y hacerlo bien.
Algunos países siguen practicando un enfoque enciclopédico de la educación. Intentan convertir al alumno en una enciclopedia con un montón de información diferente. Por desgracia, este enfoque es muy inferior al occidental debido a la inflación de conocimientos. Sí, el conocimiento y la información también pueden depreciarse. Gracias a los motores de búsqueda y a la inteligencia artificial, ya no necesitamos tener en mente un montón de datos diferentes. Podemos encontrarlos todos en unos segundos. Es mucho más importante tener habilidades y conocimientos más aplicados, que son difíciles de obtener. Puedes desarrollar tu erudición fuera de la universidad, pero en la universidad sólo quieres obtener conocimientos útiles y necesarios para tu profesión.
Falta de elección
En Canadá y otros países occidentales, los estudiantes pueden elegir parte de las asignaturas que van a estudiar. Las instituciones locales presentan las asignaturas y los conocimientos como un juego de piezas de un kit de construcción a partir del cual cada estudiante construirá el castillo de su carrera. No tienes por qué estudiarlo todo al mismo nivel: puedes profundizar en una asignatura, abandonarla o tomarla superficialmente. Todo depende de tus inclinaciones y de cómo te imagines tu vida laboral.
Las asignaturas optativas también están llegando poco a poco a otros países. Sin embargo, siguen representando un pequeño porcentaje del programa, y no puedes rechazar las asignaturas que no necesitas y no te interesan. Por ejemplo, los estudiantes de una universidad privada de Kazajstán se quejaron a nuestro equipo de que, mientras estudian relaciones internacionales, tienen que aprender programación y nociones básicas de matemáticas aplicadas. Quizá las asignaturas en sí no estén mal, pero no son necesarias para los futuros diplomáticos. Y los propios chicos dicen que si quisieran estudiarlas, elegirían estudiar programación.
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Es difícil encontrar profesores así en Canadá. Y si tienes la mala suerte de que te toque uno, tu grupo sólo tiene que escribir una declaración a la oficina para que despidan a la persona. Los estudiantes canadienses no tienen por qué tolerar flirteos inapropiados, actitudes groseras, bromas e insultos por parte de los profesores. Los profesores están obligados a guardarse sus opiniones y a comunicarse con los alumnos sólo de manera educada, profesional y sobre el tema en cuestión. Esto está estipulado en el código deontológico de cada institución educativa. La violación de este código puede acarrear multas, la suspensión de la docencia e incluso el despido.
De hecho, probablemente en todas partes todo lo anterior son violaciones de la ética profesional. Pero en muchos países se suele hacer la vista gorda y los profesores desagradables siguen molestando a las nuevas generaciones de alumnos.
Corrupción
Quizá en todas partes esté prohibido pedir sobornos a los alumnos y bajarles las notas si se niegan a ayudar económicamente al profesor. En la práctica, sin embargo, en muchos países esto se cumple mucho menos estrictamente. Y a veces un profesor que acepta sobornos puede incluso gozar del patrocinio de la administración universitaria.
La corrupción no está completamente erradicada en Canadá, pero la ley la castiga muy severamente. No puedes aprobar un examen a cambio de un regalo, y un profesor no puede bajarte la nota si te niegas a darle dinero. En este país, todo es justo y esto es una mala noticia para quienes están acostumbrados a resolver los problemas con la ayuda de ramos de flores y sobres con dinero. Pero es una buena noticia para los estudiantes acostumbrados a estudiar de buena fe.
Agotamiento profesional
En tu país, puedes encontrarte con profesores que se pasan toda la clase leyendo el texto de una presentación o un libro de texto y apenas interactúan con el público. En general, parece que no quieren estar en clase. Es probable que estas personas estén quemadas profesionalmente: están cansadas de su trabajo y han perdido el interés. No les importa cómo les va a los alumnos ni si están sacando provecho de su asignatura. Lo principal para ellos es sobrevivir hasta el final de las clases, escondiéndose detrás de una presentación o un libro de texto.
No es el caso de Canadá. Por desgracia, aquí también hay profesores tediosos. No todas las asignaturas son interesantes. Pero el agotamiento de los investigadores se combate de todas las maneras posibles. Los profesores locales tienen sueldos y condiciones de trabajo decentes, tienen acceso a diversas bonificaciones de la universidad, como clases gratuitas en el gimnasio o la piscina locales, la asistencia de un supervisor o un psicólogo. También pueden pedir una excedencia por motivos de salud, incluida la depresión, que en Canadá se considera una enfermedad grave.
El trabajo de profesor de colegio o universidad se considera prestigioso, y hay una gran competencia para cada vacante, por lo que los malos oradores son simplemente sustituidos. Además, aquí se encuesta regularmente a los estudiantes sobre la calidad de la enseñanza y su satisfacción con el personal. Las instituciones educativas se despiden rápidamente de los profesores malos y aburridos.
Ayuda para la inscripción
Nuestro proyecto colabora con muchas instituciones de todo Canadá donde puedes mejorar tu inglés u obtener una formación postsecundaria. Por ejemplo, el prestigioso Fanshawe College y la popular Academia de Idiomas ILAC. Podemos ayudarte a entrar sin exámenes y con estudios secundarios. Incluso realizamos un pequeño tour por Fanshawe para informarte sobre los programas de estudio, las condiciones de admisión, las ventajas de estudiar en este colegio en concreto, etc.
Ten en cuenta que los visados de estudios están abiertos a muchos, pero no a todos. Reserva una consulta con nuestros especialistas en inmigración para conocer tus posibilidades. Tenemos dos consultores especializados en estudios.
Por término medio, un año de estudios en una universidad canadiense cuesta 16.000 dólares canadienses, pero a menudo es posible obtener becas u otras bonificaciones a través de nosotros. Por cierto, después de sus estudios, los graduados tienen la oportunidad de quedarse en Canadá para trabajar y más tarde obtener un permiso de residencia permanente y la ciudadanía.
Ivanna Pavlenko, consultora canadiense de inmigración regulada