¿Permitirán las escuelas canadienses que los alumnos coman frutos secos?
Hay una tendencia a volver a introducir los frutos secos en la dieta de los niños.
La escuela École Émilie Tremblay de Whitehorse, capital del Yukón, se ha embarcado en una revolución nutricional que ha dejado en el pasado las tradiciones establecidas de las instituciones educativas canadienses. Tarros de frutos secos, un producto antes prohibido, han aparecido en los pupitres de los alumnos de secundaria.
Los cambios se basan en la política del centro, aprobada tras detalladas consultas con el personal y los padres, incluidas las familias con hijos alérgicos. Sin embargo, como subrayó la directora Marie-Hélène Gagné, las restricciones siguen siendo las mismas en los cursos inferiores, a los que asisten alumnos alérgicos.
Frutos secos en las escuelas canadienses
Durante años, los cacahuetes y los frutos secos se excluyeron de los menús escolares para proteger a los alérgicos. Sin embargo, nuevas investigaciones han planteado dudas sobre la eficacia de las prohibiciones totales.
Antes de la aplicación de la nueva política el 8 de enero, todo el personal de la escuela asistió a un curso sobre alergias alimentarias en el que repasaron los procedimientos de alivio de las alergias y el uso de inyectores de epinefrina. Se analizaron métodos para prevenir las reacciones alérgicas entre los alumnos: lavarse las manos, evitar las comidas en común y limpiar después de las comidas.
"Los niños que tienen alergias ya están educados [al respecto]: saben cómo comportarse para protegerse. Así que ahora intentamos educar al resto de la población..... Educar en lugar de prohibir", dijo Gagné, señalando que las alergias pueden desencadenarse no sólo por los frutos secos, sino también por otros alimentos como el pescado, el marisco y las frutas exóticas.
Opinión de los expertos
La Dra. Susan Waserman, alergóloga e inmunóloga clínica, subrayó que las escuelas deben seguir las mejores prácticas, incluida la formación periódica sobre anafilaxia y disponer de inyectores de epinefrina en las salas de lactancia. Waserman prevé una posible resistencia a los cambios, pero subrayó que todos los implicados en el proceso educativo deben colaborar para garantizar la seguridad de los niños con alergias alimentarias.
Jennifer Gerdts, directora ejecutiva de Food Allergy Canada, señala que algunas escuelas tienen directrices y políticas localizadas a nivel del consejo escolar. Subraya que proteger a los niños no consiste solo en restringir determinados productos, sino también en formar periódicamente al personal y educar y formar a los propios niños y a sus familias.