Un castillo en Francia es más barato que una casa en Toronto
Un residente de Ontario eligió una finca de tres plantas cerca de Poitiers tras mirar los precios canadienses.
A Cheryl Bozinski le fascinaba la arquitectura europea desde muy joven, y cuando creció y pensó en tener su propia casa, empezó a considerar seriamente las opciones en Francia. Como Cheryl aprendió francés en el jardín de infancia y en la escuela, no tuvo ningún problema de barrera lingüística.
Tras descubrir que los antiguos castillos de Francia valen a veces la mitad de lo que cuestan casas similares en Toronto, Cheryl voló a París en 2019, alquiló un coche y empezó a recorrer el país mirando fincas. La finca del siglo XIX que le gustaba estaba valorada en 850.000 euros, unos 1,25 millones dólares canadienses.
La finca de tres plantas cuenta con 11 habitaciones, techos de 3,7 m de altura, chimeneas de mármol y suelos de roble. Los terrenos incluyen su propio bosque y antiguas dependencias que datan del siglo XVI. La casita del cuidador estaba alquilada por un hombre y su perro, que cuidaban de la finca vacía.
Cheryl fue a visitar a unos parientes en la Isla del Príncipe Eduardo, miró casas similares con parcelas y se dio cuenta de que un castillo en Francia no era mucho más caro. Acabó comprando el castillo. Se calcula que la renovación costaría al menos 500.000 dólares canadienses, pero Cheryl podía permitírselo.
¿Cuál es la trampa?
Puede que Cheryl Bozinski haya necesitado mucho más dinero para renovar la mansión. Los castillos de esta época suelen estar en mal estado y muchos no pueden reconstruirse.
Las agencias inmobiliarias francesas venden viejas mansiones más baratas que los pisos parisinos: en 2020 se ofrecieron castillos por precios a partir de 300.000 euros. Un metro cuadrado de una antigua casa solariega era de media 800 euros más barato que un metro cuadrado de un piso en la ciudad.
Pero hay que tener en cuenta que mantener un gran castillo en condiciones de habitabilidad cuesta entre 300.000 y 400.000 euros al año. En Canadá, la gente gasta entre 6.000 y 20.000 dólares canadienses al año en el mantenimiento de la vivienda, lo que al cambio actual no supone más de 15.000 euros.
Entre el 15 y el 25% de los aproximadamente 800 castillos en venta cada año son comprados por extranjeros. En total, hay más de 43.000 castillos en Francia.
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Algunos extranjeros compran fincas por menos de lo que luego gastarán en reformas. Por ejemplo, los MacDonald del Reino Unido compraron un castillo de 40 habitaciones sin electricidad ni agua corriente por 280.000 euros a principios de 2020, se quedaron allí durante el periodo de cierre y vivieron en tiendas de campaña dentro del edificio. La pareja y sus tres hijos estaban dispuestos a reparar el castillo con sus propias manos y lo consiguieron, pero los costes, dicen, resultaron ser notablemente más elevados de lo previsto inicialmente.
¿Cuánto valen ahora las casas en Canadá?
En mayo de 2022, una casa adosada de cuatro dormitorios en Toronto se vende por 1.899.000 dólares canadienses. No es seguro que este sea el precio final. Las pujas a ciegas son habituales en Canadá: docenas de compradores que ni siquiera han visto una casa a un precio razonable y en una buena ubicación pueden estar compitiendo por ella. El gobierno federal está elaborando un proyecto de ley que prohibiría esta práctica y está tomando otras medidas para reducir el valor de la vivienda, pero hasta ahora la mayoría de los canadienses no pueden permitirse una casa en Toronto.
Pero hay provincias donde los precios de la vivienda son mucho más humanos. En Manitoba, Saskatchewan y el Canadá atlántico, se puede comprar una casa por menos de 300.000 dólares canadienses, si, por supuesto, se tienen suficientes 3 ó 4 dormitorios.
