¿De dónde viene la grave escasez de personal en Canadá?
Los expertos explican que el bloqueo no es el único problema y sugieren una salida.
Estadísticas de Canadá está levantando el velo sobre una pregunta que ha atormentado a miles de aspirantes a inmigrantes: ¿de dónde viene la crisis del mercado laboral de Canadá?
El estudio mostró un nivel de migración de trabajadores entre sectores sin precedentes. Esta tendencia no sólo afecta -tradicionalmente— a los sectores de servicios y restauración, sino también a los ámbitos de las finanzas, la tecnología y el sector inmobiliario.
Los canadienses decidieron hacer un cambio de carrera en un momento en el que no había nadie disponible para ocupar sus antiguos puestos de trabajo. La tasa de desempleo se sitúa ahora en torno al 4,9%, el nivel más bajo desde 1970. Sólo hay cerca de un millón de personas consideradas desempleadas, un mínimo histórico desde 1981, mientras que la población activa ha crecido un 61% desde entonces.
Las entradas más notables de los últimos 2-3 años muestran las áreas de
- servicios científicos y técnicos (19,5%);
- administración pública (17,1%);
- finanzas, seguros y bienes inmuebles ( 14,4%).
Los sectores de la información, la cultura y el ocio y los servicios educativos obtienen buenos resultados, en torno al 10%.
Al mismo tiempo, los datos muestran que entre el 10 y el 14% de los trabajadores han desaparecido de varias zonas:
- el sector de la alimentación y el alojamiento fue el más afectado (-14,2%);
- servicios (-12,4%);
- agricultura (-10,7%).
Canadá es un país con igualdad de oportunidades, por lo que los expertos atribuyen estos cambios principalmente a la promoción profesional de los residentes. Esto puede ocurrir dentro de la misma empresa, pero el empleado pasa a un campo diferente (por ejemplo, un vendedor o un cuidador se convierte en gerente).
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Además, una razón lógica para el cambio podría ser el notable aumento de las tarifas horarias en los sectores de los servicios técnicos, la cultura y el ocio. Los sueldos y salarios de la agricultura y la silvicultura han aumentado considerablemente, pero están muy por detrás, al igual que los de la restauración, la industria y el comercio minorista.
El aumento de la inflación y la inevitable subida del coste de la vida también afectan al mercado laboral, con un número cada vez mayor de trabajadores que abandonan sus puestos de trabajo en busca de lugares donde el salario les permita hacer frente a la subida de los precios. Por este motivo, en julio dejaron su trabajo casi el doble de trabajadores que en el mismo periodo de hace un año, superando con creces otros motivos declarados, como los estudios o la jubilación.
Muchos jóvenes, enfrentados a una pandemia, han decidido hacer un cambio drástico en sus vidas. Se conocen historias de quienes pensaron en sus perspectivas durante el cierre y se dieron cuenta de que sus trabajos anteriores no eran de su agrado. Otros aprovecharon el cierre para formarse en una nueva profesión y, una vez abiertas las oficinas, empezaron a hacer carrera con éxito. Otros, al haber perdido una parte importante de sus ingresos -sobre todo en la hostelería— buscaron trabajos más lucrativos.
Los economistas tratan de idear planes para hacer frente a la crisis.
Brittany Feor, experta del Consejo de Información del Mercado de Trabajo, se centra en los jóvenes: cree que hay que incentivar a los estudiantes a tiempo parcial aumentando sus salarios.
Otra opción es intentar que los jubilados vuelvan a trabajar. Muchos canadienses se jubilaron anticipadamente debido a la pandemia antes de que ésta terminara. Tal vez, como dice Feor, les gustaría reanudar el trabajo pero dudan en hacerlo.
De hecho, algunos expertos creen que la cuestión de la proporción entre la población mayor y la joven es la clave del problema.
El baby boom de la posguerra hizo que Canadá tuviera más de 400.000 bebés, aumentando su población en un 20% de golpe. Y ahora, cuando abandonan sus puestos de trabajo -fuera de plano debido al cierre, entre otras cosas-, no hay suficientes trabajadores jóvenes para sustituirlos.
Esto ha llevado a que cada desempleado tenga el mayor número posible de ofertas de trabajo para encontrar el lugar más rentable para él. Los economistas comentan las consecuencias:
"La gente está encontrando otros trabajos. Y ahora simplemente no hay suficientes personas que estén dispuestas a realizar trabajos mal pagados y marginalmente rentables en el mejor de los casos".
Ian Lee, profesor asociado de la Escuela de Negocios Sprott de la Universidad de Carleton, está de acuerdo con los resultados:
"Los trabajadores tienen ahora muchas más opciones. Si tienes más posibilidades de elegir y no tienes que trabajar en ese sector concreto, te irás a donde haya perspectivas de ascenso, donde el sueldo sea más alto y la jornada laboral sea más previsible".
Predice que los aumentos salariales en áreas impopulares son algo con lo que los empresarios pueden atraer a los empleados. Los expertos creen que el problema se agravará: la crisis sanitaria demostró claramente cuáles pueden ser las consecuencias de descuidar sectores importantes. Por ejemplo, los problemas en la educación vienen de lejos y podrían desembocar en huelgas de otoño tras el anuncio tardío de una escasa subida salarial:
"Estamos perdiendo personas formadas en educación infantil porque no les pagamos más de lo que pagamos a los peluqueros. ¿Por qué deberían quedarse si pueden encontrar mejores trabajos en otro sector?".
Tanto los trabajadores como los economistas son relativamente unánimes en cuanto a las medidas que podrían estabilizar la situación, ahora la palabra la tiene el gobierno. BMO Economics, en su informe sobre las posibles medidas del Banco de Canadá, predice que no se esperan cambios drásticos en un futuro próximo, especialmente en los ámbitos en los que los inmigrantes y los trabajadores jóvenes no pueden cubrir las vacantes debido al desajuste de las cualificaciones, y lo resume:
