Canadá ha vuelto a plantear la posibilidad de cortar los lazos con la monarquía
Los diputados de Quebec consideran degradante la lealtad al Estado Conquistador.
Tras el cambio de poder en Gran Bretaña, la cuestión del futuro de la monarquía en Canadá se agudizó. Aunque el país está gobernado por un primer ministro, formalmente el jefe del Estado canadiense es el monarca británico, el actual rey Carlos III.
El sentimiento negativo hacia la monarquía se observa desde hace tiempo, pero ahora la situación se ha agravado. Tras las elecciones provinciales en Quebec, los diputados de dos partidos se negaron a jurar su cargo ante el rey. Luego, el 25 de octubre, el partido Bloc Québec pidió al gobierno federal que rompiera las relaciones con la monarquía británica.
Durante su discurso, el líder del partido, Yves-François Blanchet, dijo que la lealtad a un Estado extranjero era degradante, anticuada y costosa, y acusó a la monarquía de ser racista y arcaica.
Se espera que la cuestión se aborde en el Parlamento a partir del 26 de octubre. Sin embargo, para abandonar la monarquía, Canadá tendría que cambiar la constitución, que requiere la aprobación de todas las provincias, la Cámara de los Comunes y el Senado.
Ya hay opositores a la idea. Por ejemplo, el Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, cree que la gente no está interesada en abandonar la monarquía, ya que es más importante que la gente tenga un gobierno que se ocupe de la subida de precios, el cambio climático y los problemas de empleo. Además, muchos diputados criticaron la propuesta del Bloc, diciendo que el partido está distrayendo al gobierno de las cuestiones realmente importantes.
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