El gobierno canadiense invierte en la salud psicológica de sus ciudadanos
Los gobiernos federal y provincial se solidarizan en esta intención.
Aunque la pandemia de COVID-19 ya no está a la orden del día, muchas personas siguen experimentando sus diversos efectos, desde económicos hasta fisiológicos. Y mientras algunos profesionales en 2020-21 se preocupaban por la falta de trabajo, otros se enfrentaban a mayores cargas de trabajo y ahora sufren de trastorno de estrés postraumático. Los gobiernos de Canadá pretenden ayudarles en este sentido.
Para ello, las autoridades destinan 900.000 dólares canadienses al Centro Dr. Peter. Se trata de un proyecto destinado a restablecer la salud mental del personal médico que trabajó directamente con la población durante la pandemia.
¿Por qué él?
El trabajo estresante y las horas extraordinarias son algunos de los factores que intervienen en el desarrollo del TEPT. Los síntomas del TEPT pueden afectar a diversos aspectos de la vida diaria, dificultando las actividades cotidianas. Dicho esto, a finales de 2020, Statistics Canada descubrió que los trabajadores sanitarios de primera línea que interactúan con pacientes son mucho más propensos a desarrollar TEPT. En su caso, las pruebas positivas representaron el 10% del total. En comparación, durante el mismo periodo, la tasa habitual de pruebas positivas de TEPT fue de alrededor del 5%.
Nueva Escocia fue aún más lejos
Mientras tanto, las autoridades de Nueva Escocia se han preocupado por la salud psicológica de la población trabajadora en general. El 13 de octubre se modificó la Ley de Compensación de los Trabajadores para incluir el estrés entre las lesiones susceptibles de compensación monetaria.
"Queremos asegurarnos de que los trabajadores de Nueva Escocia reciban apoyo y tengan un lugar de trabajo saludable al que acudir cada día. Desgraciadamente, no siempre es así para algunos trabajadores", declaró Jill Balser, Ministra de Trabajo, Cualificaciones e Inmigración.
Las modificaciones entrarán en vigor el próximo mes de septiembre, y en ese tiempo los empresarios y las compañías de seguros deberían tener tiempo para contratar a los asesores necesarios y comprender los entresijos.
Los pagos podrán compensar a muchos empleados por los daños psicológicos sufridos en el trabajo. Sin embargo, el despido, los cambios en la descripción del puesto de trabajo o los conflictos interpersonales seguirán sin considerarse asegurables.
Entre otras cosas, las nuevas enmiendas aumentan las prestaciones funerarias para los trabajadores que fallecen en el trabajo: de 4.000 a 15.000 CA$ e indexan estas prestaciones al Índice de Precios al Consumo.
