Los canadienses vuelven a estar descontentos con Carlos III
"Nos gobierna un británico con traje de mago".
Los canadienses aún no están entusiasmados con su nuevo Rey. Algunos ya han compartido su impresión de la coronación: "A un británico disfrazado de mago le han puesto un sombrero nuevo que simboliza su poder sobre 15 países".
El Instituto Angus Reid realizó una encuesta entre la población canadiense en abril. El 60% afirmó que no consideraba a Carlos III como Jefe de Estado. El 48% admitió que simplemente no le apreciaba como persona. La mayoría de la población del país aún no le ha perdonado el modo en que trató a la princesa Diana. Por la misma razón, a los canadienses tampoco les cae bien la Reina Camilla: no soportan a la esposa de Carlos. El 54% de los encuestados confesó que simplemente la odiaba.
La aversión de los canadienses hacia la monarquía no sólo se extiende a sus representantes, sino a la institución en su conjunto. El 49% de los encuestados afirma que la familia real ya no les importa y que no sienten ninguna emoción por ella. Otro 28% cree que está perdiendo su importancia. El 52% de los encuestados por el Instituto Angus Reid cree que ha llegado el momento de que Canadá deje de ser una monarquía constitucional.
Los habitantes de la provincia de Quebec están especialmente cansados de reyes y reinas. El 32% de los encuestados se declaran indiferentes a la monarquía como para tener una opinión al respecto. Otro 46% declaró tener una actitud "negativa" o "muy negativa" hacia el rey.
Los habitantes de Quebec están aún más decididos: El 84% afirma que la familia real es irrelevante, el 50% cree que representa valores anticuados y el 76% se opone al reconocimiento de Carlos como Jefe de Estado. El 92% exigió la ruptura de los lazos con la monarquía.
Una organización quebequesa fue incluso más lejos al notificar a Carlos III y sus cortesanos que no eran bienvenidos en la provincia. Enviaron un telegrama al Palacio de Buckingham al respecto.
"Elegimos utilizar un medio de comunicación obsoleto, el telegrama, para apelar a una institución aún más obsoleta: la monarquía". — declaró Marie-Anne Halepin, presidenta de la Société Saint-Jean-Baptiste de Montréal, organización que aboga por la independencia de Quebec. Y añadió: "Con esta acción simbólica queremos subrayar que la monarquía no tiene cabida en Quebec. Nuestra organización habla en nombre de los partidarios de la independencia de Quebec. Para nosotros, la monarquía es un símbolo de dependencia y opresión, y defendemos la democracia".